Wilberth Santos Casanova Escalante
“Tuve que elegir entre dos deportes que me apasionaban: el fútbol y las artes marciales. Opté por el Tae Kwon Do por ser un deporte de contacto, y así es como llego a este momento”.
Por David Asencio
Desde hace más de tres años, he tenido la gran oportunidad de conocer historias de personas a quienes considero influencers, quienes logran impactar con sus contenidos en redes sociales o con sus acciones humanitarias que inspiran a muchas otras personas. ¡La mayoría de las veces de manera positiva!
En esta ocasión me recomendaron entrevistar una persona a quien se refieren como maestro (Es indiscutible que ya el término hace referencia a su influencia sobre otras personas)
¿Quién es el profesor Wilberth Santos?
Soy el profesor Wilberth Santos Casanova Escalante, tengo 54 años de edad, nací en Mérida, Yucatán y soy el tercero de cinco hijos, dos hermanos y dos hermanas en mi familia. Llegué a Cancún cuando tenía 7 años debido a una enfermedad que diagnosticaron como asma.
¿Cuál es su historia?
Desde pequeño siempre fui un niño muy inquieto. Mi pasión por los deportes era muy intensa. En la escuela siempre obtuve excelentes calificaciones, sobre todo en educación física. Solía escaparme de la escuela para jugar al fútbol en los campos cercanos a mi casa. Participaba en la liga infantil de fútbol Guillermo Cañedo. Tuve que elegir entre dos deportes que me apasionaban: el fútbol y las artes marciales. Opté por el Tae Kwon Do por ser un deporte de contacto, y así es como llego a este momento.
¿Qué planes están por llegar?
Con más de 35 años de experiencia en las Artes Marciales, tengo la responsabilidad moral de formar a niños, jóvenes y adultos. Busco fomentar y concientizar la cultura del “NO A LA VIOLENCIA”, así como formar futuros instructores y profesores con intuición, prevención, reacción, desarme y control inmediato sin violencia. También planeo impartir cursos y seminarios en toda la República Mexicana.
¿Qué frase te representa?
“JUNTOS POR SIEMPRE HASTA LA VICTORIA”
Esta frase surgió durante los campamentos de Tae Kwon Do que realizaba junto con mi amigo y alumno Félix Diumerci. Nos encontrábamos solos, preparándonos y combatiendo casi todo el día con diferentes competidores de todo el mundo a nivel de selección nacional. Antes de iniciar los combates, nos mirábamos a los ojos y con voz determinante nos golpeábamos las manos, tocábamos nuestros pechos y levantábamos las manos hacia arriba repitiendo “Juntos por siempre hasta la victoria”.