La comparación es algo imperdible en la vida de un ser humano. Desde antes de nacer, ya te están comparando con otros bebés que ya nacieron, que ya tienen ventaja, mientras tú sólo quieres nacer y vivir al principio en la ignorancia, para que cada aprendizaje sea sólo tu descubrimiento, y lo hagas parte de ti, creando paso por paso, experiencia por experiencia, la persona que serás en un futuro. Experiencias hacen a las personas, no robarles las experiencias a otros, si no vivirlas a través de tus ojos es lo único que hará que se impregne a tu persona. No me mal entiendan, hay de buenas a malas comparaciones. Compararse para crecer individualmente sin hacer menos a otra persona es algo increíble. Tenemos el regalo de escuchar y de absorber las experiencias de otros para aprender de ellas y vivir muchas vidas. Pero siempre escuchar para compartir, no para robar.
Todo en la vida es relativo y siempre deberíamos ver los dos lados. Todas las personas tienen un ying-yang, un lado positivo y un lado negativo; tú escoges qué lado predomina. Con las personas que amas, te llama más el lado blanco y el lado negro se queda en tu punto ciego; no significa que no esté ahí, si no que tú decides no verlo. Cada persona tendrá una experiencia única con la otra, y cada uno de nosotros decidirá qué ver. Hay tantas facetas en un ser humano que es imposible clasificarlo. Las cosas buenas tendrán cosas malas en ojos de envidia, y las cosas malas tendrán cosas buenas en ojos de empatía.
Creemos que al robarle al otro, te quedas tú con la ganancia que robaste, pero hemos vivido en esta ilusión corrupta donde el robo es temporal y desvanece. Hay momentos que nos sentimos inseguros, y no queremos estar solos en este sentimiento entonces decidimos jalar a alguien más a este pozo para no tocar fondo. Decidimos rechazar nuestra inseguridad al empezar a compararnos con otros, criticando su manera de hacer las cosas, porque tu manera es la correcta… ¿Recuerdan lo que dije arriba? Todo es relativo. No hay una sola manera de hacer las cosas. No hay un instructivo para la vida. Hay miles de respuestas correctas, haciendo que la vida sea versátil y sorprendente.
¡Sorpréndeme vida! Prometo no juzgarte. Mi respeto es tuyo. Nos cuesta entender que al quitarle algo a otro, no significa que tú estás ganando algo más.
Regresando a las bases de matemáticas, (-) + (+) = (-): si le restas a alguien y para sumarte a ti mismo, todo será negativo. Si ves que alguien no está haciendo las cosas de la mejor manera, y tú sabes como esa persona puede ser más eficaz, ve a ayudarla en vez de criticarla para agregarle un piso más a tu ego. ¿En serio quieres que el edificio de tu ego llegue hasta el cielo donde ya no podrás ver claro por la neblina de las nubes? Acepta tus experiencias, acepta las experiencias de las demás y deja el juicio para otra vida.