Sopa de Calabaza de Castilla

“Este platillo me fascina realizarlo en esta temporada porque plasmo lo mejor de la cultura mexicana en el rubro de la vida y la muerte”.

Francisco Villatoro

Este altar gastronómico es también un reflejo de la calidad humana de los mexicanos que recuerda a quienes ya no estén físicamente pero que siempre estarán presentes en nuestra memoria y la de nuestros seres queridos.

Es un platillo tecno emocional el cual llega al comensal dentro de un el pan de muerto semi congelado, el cual trasmite la frialdad de la muerte y la soledad, que con el calor de la crema desaparece, y ese calor prende el incienso que da el aroma a canela y comino.

INGREDIENTES

1.800 kg de calabaza de castilla

1 cebolla amarilla, más o menos picada

2 dientes de ajo, aplastados

2 cucharadas de aceite de oliva

1 1/4 taza de leche (o más si es necesario)

1/4 cucharadita de pimienta de cayena

nueces tostadas

sal y pimienta al gusto

tocino

Cebollín picado finamente

crema al gusto

pan en cubos fritos o tostados

PREPARACIÓN

Corten (o mejor aún cómprenla ya cortada) la calabaza de castilla en trozos y retiren las semillas, la corteza y corten la pulpa de la calabaza.

Calienten el aceite en una sartén grande a fuego medio alto y agreguen la calabaza, la cebolla y el ajo. Espolvoreen con un poco de sal y salteen hasta que esté ligeramente dorada y la calabaza esté bien cocida. Transfieran a la licuadora y agreguen la leche y la pimienta de cayena. Mezclen durante 3 a 5 minutos o hasta que la mezcla esté muy suave. Sazonen generosamente con sal y un poco de pimienta. Si sienten que está muy espesa pueden agregar más leche o caldo de verduras o agua, lo que prefieran. Al servir cubran cada porción con nueces tostadas, queso parmesano, crema, cebollín, tocino frito y cubos de pan fritos o tostados.

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