Sergio de Gante Cruz

20 de diciembre 1948 / 24 septiembre 2021

Despedimos hoy de esta tierra al amigo pionero, campeonazo y compañero del Club de Windsurfistas de Cancún de mi papá. El amigo Sergio De Gante. Cada domingo de la infancia, me tocaba ver desde la playa del hotel Maya Caribe, propiedad del Arq. Abraham Cepeda, cómo cada chavalo de aquella época, (desde 1979), abordaba su vela y surcaba olas, olitas y olotas, según el clima reinante. Cada velerista según su estilo y habilidades. Casi no había niños en ese ambiente, porque todos los windsurfistas eran jóvenes y solteros la mayoría. Pocos casados o con hijos muy pequeños. Mi papá era de los mayorcitos. Así crecí y cambié de niña a adolescente, entre competencias y veleadas. El ambiente era siempre de algarabía. A veces nos tocaba viajar a competencias a Bacalar o Progreso y Yucalpetén. Las noches y cenas de premiación eran muy disfrutables. Era bueno cambiar de aires, y de vista. Había oportunidad de convivir y disfrutar más allá de una tarde de playa y sol. Así que guardo enormes recuerdos. Sergio siempre bromeando, con su franca y enorme sonrisa, poniendo la nota alegre. Excepto cuando tuvo que ponerse serio y preocupado, porque mi papá cayó al mar al medio día en plena competencia en Yucalpetén.  Nadie se percató y perdió su tabla, en medio del norte y mal tiempo. Estuvo desaparecido 12 horas, hasta que logró salir a la playa 8 km adelante de Yucalpetén a las 2 de la mañana. Pero esa es otra historia. Yo recuerdo a Sergio, en esos momentos, con su presencia y acompañamiento y la enorme preocupación al no encontrar al amigo que no regresó al finalizar la competencia. En aquella ocasión de abril de 1985 mi padre volvió, sano y salvo.  

Sergio de Gante fue además un gran promotor de Punta Sam, Cancún e Isla Mujeres. Junto con su cuate del alma el Arq. Federico Hernández, también pionero, hicieron el primer plan de desarrollo de la zona continental de Isla Mujeres y la intermunicipal.

Hoy, de este viaje a otro mar, no hay regreso ni con viento a babor ni estribor. Te toca, querido Sergio, surcar otro viento, otro tiempo y otra dimensión. D.E.P.

Laura Rojo Färber

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