Gastón Alegre
Por ahí le dicen “don Nini”… ni tan Gastón ni tan Alegre. Es todo lo contrario, porque soy muy alegre… Es un apodo que le dimos a un amigo nuestro, que decían que no era ni una cosa ni otra, ¡ahora me lo estás achacando a mí!… Gasto lo suficiente, no despilfarro y sigo siendo alegre… la alegría mantiene vivas a las personas. ¿Ha perdido algún caso? Casualmente no he perdido ninguno, dos personas de mi despacho sí, pero se recuperaron. Soy un abogado triunfalista; es jactancioso decirlo, pero es verdad. ¿Entre abogados te veas? Eso lo dicen los clientes, porque se sienten defraudados e incomprendidos. Es dicho de la gente, no de los abogados. ¿Como empresario de la comunicación, qué se siente tener el sartén por el mango? No sé, nunca lo he tenido. ¿Dónde aprendió a hablar maya? Estoy aprendiendo todavía. Estoy tratando de tomar clases de maya y poco a poco la estoy practicando. ¿Qué se siente ser Gran Tatich? Un gran orgullo. Es un título que me dieron los hermanos mayas, primero de Nohoch Dzul (gran caballero), luego Nohoch Suku´un (hermano mayor), que por cierto sólo hemos sido dos personas, el general Lázaro Cárdenas y yo, y Nohoch Tatich, que parece ser que soy el único, blanco.