7 de Agosto, 2024
11:00am
A veces tienes que darte cuenta que tienes que soltar. Al soltar lo que no puedes controlar, igual sueltas todas las emociones que te están desgastando en vano. Justo en este momento que estoy escribiendo esto, me encuentro sentada en un camión con dos horas de retraso. No tendría mucho problema si solo no tuviera un vuelo internacional que tomar en una hora y media…y tengo una maleta que documentar. Pero, ¿saben que? No pasa absolutamente nada. Yo no estoy manejando el camión, yo no voy a manejar el Uber que me va a llevar al aeropuerto, yo solo estoy aquí como pasajera en este viaje. Y mi único trabajo como pasajera es disfrutar el camino. Al darme cuenta del retraso y la muy alta probabilidad de que no llegara a mi vuelo, sentía calor en el pecho, pidiéndome a gritos que lo encendiera. Decidí tomarme unos minutos para respirar y pensar, cosa que hoy en día no pasa mucho. Con la vida tan movida que estamos acostumbrados a llevar, tomarte un minuto para hablar contigo está subestimado. Tómense tiempo de conectar la mente con el cuerpo y darse cuenta de dónde vienen esas emociones, y si las quieres hacer parte de ti, o prefieres soltar porque solo te van a hacer sentir más pesado. Lo que si es sobrevalorado en esta vida es cargar un peso que no te pertenece. Si me estreso, ¿voy a arreglar los huecos de la carretera? Si me enojo, ¿voy a reducir el tráfico de la Ciudad de México? Ni un segundo piso lo pudo lograr, ¿porque yo si? Pero si mantengo la calma, respiro y suelto, ¿voy a pensar más claro para poder tratar de llegar a mi vuelo? Si. Esa fue mi decisión hoy. Tener paciencia, vivir el presente, tomar control de los botones que tengo a la mano, y soltar los que no tengo acceso. Lo que puedo hacer es pedir un Uber con tiempo a la estación de camiones para que me lleve al aeropuerto. Eso es lo único que puedo hacer. Bueno, y lo más importante, disfrutar el camino.
12:30pm
Después de unas horas, estoy sentada en un avión, volando sobre las nubes, recordando lo bonito que es vivir y lo especial que es sentir. Por obra del destino, llegué a mi vuelo. Aquí es donde debo estar, y llegue aquí sin regalar estrés ni enojo. Porque lo único que puedo ser, es ser agradecida. Confío en la vida y que, con paciencia, me va a llevar por los caminos correctos.
