“La vida es una gran pista de baile y nosotros los dj tenemos la oportunidad de ponerle música a los mejores momentos”
Por Esteban Torres P.
El éxito o fracaso del ambiente de una fiesta cual sea el tema, en mucho depende del tipo de música que se esté escuchando, por lo que es muy importante que el profesional que esté al frente de una mesa mezcladora tenga presente que los invitados son los que se deben divertir, sus gustos pueden influir, sí, pero no pueden decidir el set de canciones de ese momento, ese es el principio que debe regir a un dj cuando elije esta actividad por vocación.
Uno de los Dj con mejor reputación que ha visto madurar y evolucionar las noches en Cancún hasta convertirse en lo que son ahora es sin duda Noé Márquez, un genio que sabe elevar la fiesta hasta otro nivel y por ello, la calidad de su trabajo lo ha llevado a un sinfín de lugares que han enriquecido su estilo, manteniendo vigente su nombre en el medio.
Así empezó la historia musical de Noé Márquez…
“Recuerdo que todo comenzó cuando empecé a ir a las primeras fiestas en la secundaria, para mí todo era una novedad, empezando por los dj´s que manipulaban la música a través de las tornamesas de aquel entonces con discos de vinil. Lo primero que me pasó por la mente fue: ¡yo quiero ser uno de ellos! Esa fue mi única meta y me mantuve firme hasta que lo logré”.
Además de la música por sí misma, ¿qué era lo que te motivaba: manejar las emociones de la gente a través de la música, ser el alma de la fiesta o simplemente querías que bailaran tus canciones favoritas?
“Siempre tenía en mente hacer bailar a la gente, en ese entonces se media el potencial de un dj por el número de gente que se levanta a bailar, ya después fui descubriendo que podías jugar -para bien- con sus emociones, pero levantarlos de su lugar y llevarlos hasta la pista era mi objetivo”.
Y ¿cuándo llega la gran oportunidad…?
“A mis 18 años. Yo soy originario de la Ciudad de México, en ese entonces estaban abriendo La casa de la abuela, en Villa Coapa, buscaban a un dj residente; unos amigos me avisaron, hice mi audición y me dieron la plaza. Ahí estuve dos años. Después busqué otro tipo de lugares porque el proyecto terminó. Me dieron una oportunidad en la cadena de restaurantes Freedom y después comencé con la vida nocturna en el Anyway, este era un bar gay que me dio otro panorama de la música, especialmente la electrónica que en ese entonces se denominaba underground, convirtiéndose en mi favorita. Con el cambio de lugares y el mismo paso del tiempo fui aprendiendo a diferenciar el tipo de público y ya era hora de cambiar de aires”.
Y dejas la Ciudad de México para instalarte en Cancún…
“En 1996 llegué a Cancún, aquí fue donde ya me desarrollé plenamente y me metí de lleno en la música electrónica que estaba de moda. Estuve en Mango Tango, El Cat´s, Tequila Rock y Liquid, sin embargo, en el 2000 regresé a la CDMX para tocar en el Penélope Mix Club durante año y medio, pero yo ya era más cancunense así que regresé y me toco abrir el Bulldog Café -antes Christine-, después se abrió el mega proyecto Glazz que fue un concepto maravilloso, en plaza La Isla, hasta que cerró. De ahí pasé al Blue Bar, en el centro de la ciudad, y de ahí me invitaron al Ultra del Dady O, luego fui al Néctar, alternando con el Thai Lounge, después me llamaran del Rose Bar y del Beachclub del hotel ME, y después hice una pausa en los antros porque me dediqué a musicalizar eventos y fiestas privadas por invitación de los que eran mi público, que ya eran mis amigos y ahora se convirtieron en mis clientes, todo iba bien hasta que empezaron a cobrar fuerza los restaurantes con el concepto de fine dining y es entonces cuando regreso con mayor fuerza”.
Recientemente, Noé Márquez ha trabajado con el Haven Riviera Maya y The Fives Puerto Morelos. También, ha tenido el privilegio de trabajar para otras cadenas restauranteras. En 2010, fue residente del restaurant Harry’s del grupo Anderson’s. Actualmente, se desarrolla profesionalmente como dj de la cadena de restaurantes Sonora Grill Group en Cancún, Playa del Carmen, Mérida, Guadalajara y CDMX. Lleva casi siete años enfocado en brindar la mejor experiencia para los comensales a través del marketing sensorial.