Uno de los roles que marcaron el despunte de su carrera cinematográfica fue “El perfecto asesino” (1994): Esta fue la película que además la lanzó a la fama, interpretando a una niña que quiere vengarse del criminal que asesinó a su padre, y que acude a un sicario que le enseña las tácticas para conseguirlo. Al momento del rodaje, Portman tenía sólo 12 años y el resto es historia.