Especiales

Natalia Córdova-Buckley

“Soy una persona que se atreve a amar con el corazón abierto y vivir con los sentimientos a flor de piel”

Por Esteban Torres P.

Biografía

Nacida como Natalia Córdova Rodríguez el 25 de noviembre de 1982, es una actriz mexicana que creció sus primeros años en Cancún, Quintana Roo. Comenzó su carrera artística como bailarina de ballet, sin embargo, esa actividad le pareció muy estricta por lo que decidió dedicarse a la actuación. Es nieta del destacado actor Pancho Córdova que trabajó durante el cine de oro en México. Natalia emigró a Estados Unidos y estudió en la Escuela de Artes de la Universidad de Carolina del Norte, consiguiendo poco después su primer rol en inglés en la película deportiva McFarland, USA. Consiguió más adelante el papel de Elena “Yo-Yo” Rodríguez en la serie Agents of S.H.I.E.L.D., que le otorgó el reconocimiento del público. Ha actuado también en el cine. En 2010 debutó en Sucedió en un día; en 2011 hizo Lluvia de Luna; en 2011 participó en Ella y el candidato. En 2012 estelarizó Ventanas al mar, producida por su primo Marco Polo Constandse; en 2014 hizo Yerba Mala; en 2015 participó en McFarland, USA y en 2017 dio voz a Frida Kahlo en la película animada Coco.

Para quienes hemos tenido la fortuna de seguir de cerca los pasos de la ascendente carrera artística de Natalia Córdova-Buckley, nos llena de orgullo saber de cada obstáculo que ha superado, así como de los triunfos en los que se ha convertido su esfuerzo, su confianza en sí misma y su capacidad de reinventarse en cada personaje para crecer como actriz.

A propósito del estreno de “Coyote” el pasado mes de enero de este año, nueva serie de televisión de drama estadounidense producida por Paramount Network y Sony Pictures Televisión para CBS1, platicamos con ella de este gran logro, así como de otros planes desde su residencia en Los Ángeles, recordando también los años vividos en Cancún que forjaron su carácter.  

Estamos empezando un año muy anhelado a nivel mundial: cómo lo recibes tú y qué planes tienes porque el pasado nos tiró todos los que teníamos al suelo con la pandemia, aunado al problema de salud que puso pausa o fin a muchas vidas, en el peor de los casos…

“Una de las enseñanzas más grandes del 2020 fue encontrar arraigo en lo desconocido, paz en el no saber; trajo mucha muerte, pero debemos estar en paz con eso. Estoy más conectada con vivir el momento, realmente sólo tenemos el ahora. Aceptar el llamado universal y evaluar los retoños que ha brotado de las semillas que hemos sembrado. La pandemia nos recordó que era momento de cultivar. Aceptarla o cambiar la realidad”.

A esta altura de tu vida qué nos puedes decir de tu carrera en Estados Unidos, ha sido lo esperado o cuáles han sido los obstáculos que has tenido que enfrentar… ¿Y qué satisfacciones te han fortalecido?

“Nunca he manejado mi carrera con cálculos; soy medio bohemia, fluyo con lo que viene y acepto lo que es. Estoy profundamente agradecida de poder vivir de lo que amo, eso es algo que pocos tienen la oportunidad en este mundo. Cuando inicio un proyecto no veo si los demás son famosos o si se habla de mí en las noticias; estoy en el escenario desde los tres años, fui bailarina, poder hacerlo es suficiente. Los obstáculos vienen aparte por ser inmigrante, mujer y mexicana, en un país ajeno; todo se acentuó con el presidente que acaba de dejar el poder, lógicamente hubo obstáculos, pero para mí son bienvenidos, la vida no es fácil para las minorías y cada obstáculo que brinco me reafirma en mi camino. Todos ellos son grandes maestros”.

¿Qué tipo de mujeres te gusta personificar en la pantalla grande y en la “chica” también…?

“No tengo realmente un tipo de mujer en mente para interpretar; los artistas somos espejos de la realidad. Por mis convicciones creen que no sería capaz de representar a una mujer misógina, o a una mala, o racista. Yo no soy juez de moralidad, en mi vida personal no comulgo con clasistas, elitistas o racistas, no me llevo con esos absolutistas. Yo vengo a ser reflejo de la humanidad porque mi camino como artista es ser espejo, no juez de la realidad. Quiero personificar al ser humano y hacerlo de manera auténtica para que en ese reflejo nos encontremos todos, ya sea en lo oscuro o luminoso, y podamos con ello dibujar al mundo de una manera real”.

De todas las producciones en las que has participado hay una que te haya marcado por alguna experiencia…

“En todas las producciones hay experiencias y maestros, tan negativos como grandiosos y en los dos se aprende. Mi primera película aquí en Estados Unidos fue con la directora Niki Caro. Mi personaje no tenía ni muchos párrafos ni mucha carne, pero ella me pidió improvisar un monólogo que me permitió sacar mucho de mí. Otra fue la gran Nicole Kidman en Destroyer, tuve un momento muy especial que conservaré para mí, fue muy conmovedor; me dijo palabras que cargaré conmigo para siempre. Admiré su capacidad de darle al otro su momento entre sus compañeros de set; tuvimos una actuación juntas y nunca robó luz, ni espacio, todo lo contrario, es una actriz bondadosa de quien nunca creerías esa generosidad”.

¿Qué se siente pertenecer a una generación de jóvenes talentosos que han llevado lejos el nombre de Cancún en el mundo del cine y el entretenimiento?

“Es maravilloso ver que tantos artistas han salido de nuestra pequeña ciudad de Cancún. Es un lugar extremadamente especial, por eso me doló tanto el sexenio pasado al ver amigos del pasado participar en él; fue un sexenio tan corrupto que lastimó mucho a Cancún y Quintana Roo. Fue muy doloroso ver a gente que amo y amé que le perdieran el respeto no sólo a mi ciudad sino a la sociedad que los vio crecer. Agradezco ser parte de una generación con calidad humana, honestidad como Ana Claudia Talancón, Toño Gaona, Marco Polo Constandse y Arath de la Torre, es bello saber que dejan en alto el nombre de nuestra tierra. Cancún a mí me inspiró, su mar me crio; estoy agradecida con la sociedad que me vio crecer y bailar; agradezco a quienes aún cuidan ese paraíso que nos ha dado tanto”.  

Con la nueva tendencia de uso de las plataformas digitales crece la oportunidad de tener más exposición, cómo ha sido en tu caso… 

“No soy de plataformas digitales, me cuestan trabajo, nosotros podemos hacer -como todo en la vida- lo que queramos de las plataformas, ya sea algo obscuro, negativo o positivo, son difíciles porque hay mucha manipulación en las redes sociales y yo no quiero que mis privilegios los carguen otros; trato de ser lo más auténtica en las redes. Cuesta trabajo porque ahora todo se puede manipular más fácil”.

¿Con la nueva apertura del cine mexicano te gustaría trabajar al lado de compatriotas en suelo mexicano? Con quién te gustaría… y por qué…

“Claro que sí. Este año voy a regresar a México para trabajar en una serie de la que no diré el nombre. Me gusta trabajar con quienes les guste trabajar. Me acabo de enterar del ingreso de Tenoch Huerta al mundo de Marvel y me dio una satisfacción enorme. Yo he sido parte de este equipo en la versión para televisión, después de mí entró Salma Hayek y ahora Tenoch. Amo trabajar, actuar, estar en set, ese es mi lugar favorito”.

Al hacer un repaso de tu vida, ¿cómo recuerdas a Cancún? ¿Qué fue lo más bello que te dio? ¿Hay algo que extrañes?

“Cancún me dio la libertad, crecí en libertad, me hizo salvaje, aventurera y me quito el miedo, aunque realmente nunca me lo inculcó. Por eso me duele tanto ver la devastación de sus selvas en Cancún y Tulum por manos de gente que conocemos, me duele en el alma, me encabrona; si hiciéramos conciencia de todo lo que nos ha dado, es inexplicable el daño que le están haciendo a ese paraíso; solía nadar en la laguna a pesar de los cocodrilos, cada vez que voy hago un ritual: voy a los claros turquesa que hay entre Cancún e Isla Mujeres, pido que anclemos un rato, nado, me dejo flotar, es como regresar a la matriz, el mar es la matriz de nuestra madre, y estando ahí me siento protegida, acarició mi lado salvaje, me siento curiosa, ambiciosa. Lo extraño, lo amo y lo agradezco profundamente, Cancún es mi gran maestro, con su gente nativa. Me criaron nanas mayas de esa tierra que me enseñaron a amar su cultura que está en comunión con la naturaleza. Cancún cultivó lo mejor de mí; extraño la libertad de ser y ser libre”.

¿Cuál ha sido el cumplido o crítica más bella que ha confirmado tu vocación?

“He tenido la suerte de que mis personajes crezcan al momento de la edición o durante el proceso de producción y eso lo agradezco mucho. El otro día me lo dijo uno de los ejecutivos de la serie que hice, Coyote, creada por Michelle MacLaren, me dijo: “tú eres la esencia del dicho que dice que no hay personajes chicos sólo actores pequeños, porque cada personaje lo haces significante”. Tomando esa frase como un cumplido, habla de mi trabajo y me conmueve enormemente”.

Si en algún momento dudaste ser actriz, ¿qué otra cosa te hubiera gustado hacer en esta vida…?

“Ya fui una de ellas: bailarina. Me encantó serlo y llegué al máximo punto, después de los 20’s es muy difícil continuar. Me hubiera gustado ser escritora o poetiza, y lo hago, aunque no con el talento que otras mujeres tienen, desde chavita escribo diarios, pensamientos; admiro a Rosario Castellanos. Me hubiera gustado ser cantante, pero soy la peor que ha dado la existencia; no hay cosa que haga yo con menos talento que cantar, soy realmente muy mala; todo lo que me gustaría hacer gira en torno al arte”.

EN CORTO…

Antes de respondernos en corto, nos anticipó Natalia que no cree en los absolutismos, porque la vida cambia, uno se transforma, se adapta y evoluciona, y eso es parte de esta existencia y lo que nos lleva por ende a la conciencia y a la trascendencia, “así que esto funciona hoy para mí, pero tal vez cambie el día de mañana, no lo sé”, aclaró la actriz.  


-Tu platillo favorito…

“El sushi; ya no como carne roja, ni pollo, ni cerdo, de vez en cuando pescado, me encantan los mariscos, todos juntos me recuerdan mi vida cancunense en un cebiche, en tostadas, los tacos de marlin, las pescadillas, amo todo lo que viene del mar, de eso está hecha mi alma, esa conexión no logro cortarla y tampoco creo que lo haga algún día. El mole es de mis platillos favoritos pero ahora debo ingeniármelas para comerlo, con verduras por ejemplo”.

-¿Cómo te ganan y cómo te pierden?

“Me gana la gente auténtica que sabe escuchar, que poner a un lado sus perspectivas y pueden verme por ser quien soy y vivceversa; me gana la gente amorosa, cálida, vulnerable, la que ha desmantelado la narrativa del patriarcado, la gente que se atreve a amar con el corazón abierto y los sentimientos a flor de piel como lo hago yo, me gusta la gente intensa que ama amar, que aman vivir. Los que están dispuestos a dejarse ver y ver a los demás. Me pierde la gente hipócrita, el bulling; eso me cuesta trabajo desde niña, es muy mexicano usar las debilidades de los demás en su contra, yo lo he vivido mucho, no en lo personal pero sí en mucha gente, y usarlo para hundirlo, sentirse insegura o rechazada, me cala. Cuando le agregan un ¡era broma! Yo sé que no, porque ya lo dijeron y el daño está hecho”.

-Lo que nunca permitirías…

Silenciar a otro o a mí. Nunca lo he permitido. Lo han intentado varias veces en mi vida, más por ser mujer; creen que no puedes opinar de política o cosas profundas. Creer que tu perspectiva -seas quien seas-, es más importante que la mía y por eso debo silenciarte. ¡Jamás!”

-Tu frase motivadora favorita…

“Estás empezando a entender, ¿no es así? Que el mundo entero está dentro de ti: en tus perspectivas y en tu corazón. Que para poder encontrar la paz, primero debes estar en paz contigo mismo; y para disfrutar verdaderamente la vida, debes disfrutar quién eres; y una vez que aprendas a dominar esto, estarás protegido de todo lo que te haga sentir que no puedes seguir, que con este don de reconocerte a ti mismo, incluso cuando estás solo, nunca estarás solo”. Desconozco el autor pero esa me gusta mucho y aplica actualmente en mi vida.

-El personaje que te gustaría haber conocido en la vida y ¿de qué platicarían?

“Hay tantos pero elijo a mi abuelo Pancho Córdova, un artista de una profundidad hermosa, cómico como pocos, él nos heredó esta parte artística que llevamos en mi alma algunos miembros de la familia como mi primo Maco Polo, mi hermana Daniela y yo, sin embargo, le dio Alzheimer antes de que yo pudiera platicar con él; me gustaría hablar con él de la vida, de cine, de su perspectiva ante el mundo; él es uno de los personajes más importantes en mi vida”.

-¿Qué dice la marquesina de tu vida?

“Por ahora debo ser sirena, no tengo miedo a las profundidades, pero sí un gran miedo a la vida superficial”, es una frase de Anais Nin. Me define un poco. También hay otra que dice: “Quieres que te diga a qué vine a la vida, viene a vivir en voz alta. Vine a vivir con intensidad”, esta es de Emile Zola.

-Tu canción favorita y qué te recuerda…

Fui bailarina, entonces amo la música. Ha sido un canal de expresión increíblemente significante en mi vida, en general como un alma artística. Es el lenguaje más común en el universo y el que mejor transmite el mensaje de la humanidad. Ha habido cantantes que han transformado mi existencia, desde Edith Piaf, Barbra Streisand y Nina Simone, todas ellas me han acompañado. Esta boca es mía, de Joaquín Sabina; Latinoamérica, de Calle 13; Facundo Cabral también me inspiró mucho, educó mi manera de pensar; Chavela Vargas con su Gracias a la vida que lo escuchó en cada uno de mis cumpleaños.

Natalia es una mujer con temperamento, convicciones y metas por cumplir, por ello deseamos que su nombre llegue lejos, elevando el nombre de la tierra que la vio nacer, Cancún, y desde donde aplaudimos sus logros, algunos cristalizados y otros por ver.

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