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Miguel Quintana Pali, cuando los xueños se hacen realidad

Antología de un personaje...

En las páginas de la historia de hombres y mujeres de éxito, hay capítulos que dejan una huella más profunda que otros porque aparecen personajes nuevos que fortalecen el argumento, lo enriquecen y ayudan al personaje principal a que su obra tome forma, o bien, nos describan su verdadera personalidad desde un lado más humano, haciendo una narrativa más rica al salpicarla de anécdotas que dibujan con letras la esencia de su persona.

Un hombre que llegó a cambiar la vida de todo un Estado es sin lugar a dudas el arquitecto Miguel Quintana Pali, quien literalmente quemó sus naves en 1985 para emigrar de la Ciudad de México a un sitio paradisiaco en donde despuntaría la oferta turística de aventura, para que no fuera más un lugar de sólo hoteles y playas.

Nacido en 1946, un año muy especial que salpicó su personalidad de características similares a las de varias celebridades de su generación, El Arqui como suelen referirse a él amigos y colaboradores cercanos, tomó de Cher, Dolly Parton y Liza Minelli el entusiasmo por los espectáculos que tienen por ejemplo Xcaret; de Bill Clinton, Donald Trump y George W. Bush tomó la visión presidencial de hacer cumplir las leyes de la naturaleza en armonía con el desarrollo; de Sylvester Stallone, ser siempre un triunfador, no importa los rounds que le tome y de Steven Spielberg, hacer de cada producción una obra de arte.

El año pasado, El Arqui presentó un libro semi biográfico titulado Xueños La historia detrás de Xcaret, el mejor parque del mundo, donde nos comparte su vida y obra detrás de un proyecto que ha dado fama al territorio que en 1974 finalmente fue designado como un estado independiente y soberano de México, al que le faltaron quizá algunos testimonios que recopilé para apreciar la personalidad del también llamado Rey Midas del Caribe. 

Su hermana Lupita Quintana Pali mantiene una relación profesional cercana, centrado su atención en las cuestiones culturales y ecológicas del Estado. Fue directora del Museo de Arte Popular Mexicano, y es directora general de la organización sin fines de lucro Flora, Fauna y Cultura de México. “Me es muy difícil contar alguna historia vivida con mi hermano Miguel, ya que he compartido tantos momentos de mi vida con él, que me pasa como cuando el mariachi te pide que le digas qué canción quieres que te toquen, y aunque hay muchas que son tus favoritas, se te pone la mente en blanco y no sabes qué decirles…

“Con Miggy (como mi mami escribía su nombre y como a él le gusta que le llamemos) he vivido tantos momentos y etapas de mi vida, que no sabría qué contarles. Desde muy joven tuvo una capacidad increíble para soñar e inventar proyectos y negocios de todo tipo, unos exitosos y muchos otros fallidos, lo cual no le impedía que volviera a intentarlo o a inventar nuevas cosas. Y yo, que desde pequeña quería trabajar y ganarme mi independencia, le entraba a casi todo lo que se le ocurriera: criadero de chinchillas, elaboración de productos raros y únicos, importación de maravillas de Oriente, sus mueblerías Pali: todo eso fue para mí una gran escuela de vida donde aprendí a que todo trabajo bien hecho dignifica y fortalece. Y particularmente de él aprendí a soñar, pero soñar bien, a volar, pero sin perder el piso. Y de él (igual que de mis padres y de todos mis hermanos), aprendí muchos de los grandes valores que me mueven: a vivir con sencillez, alegría, humor y fraternidad, a verle el lado positivo a todo, y -algo que atesoro muchísimo- a cuidarnos siempre unos a otros. Nunca olvidaré un momento con él que me marcó para siempre: estando muy enfermo mi hermano Santiago, nos dijo a las hermanas: si para curar a Santi tengo que vender todo lo que tengo, no lo dudaré ni un momento; siempre se puede volver a empezar. Y sólo por ese detalle, y aunque él no lo recuerde, lo admiré y quise mucho, mucho más y para siempre”.

Uno de los proyectos que El Arqui concibió para disfrute de los cancunenses fue el Teatro de Cancún, que inicialmente tenía una hermosa vista del mar mientras el público disfrutaba de un espectáculo folclórico, pero el huracán Wilma lo obligó a sustituirlo por un muro firme.

Paloma Herrero asumió el control de la taquilla y la manivela para subir y bajar el telón del nuevo negocio, y a propósito compartió: “recién me integré al equipo de Voces y Danzas de México teníamos frecuentemente reuniones en su oficina para detallar todo el espectáculo. Recuerdo en una ocasión que en su enorme mesa cuadrada que hacía las veces de escritorio y mesa de juntas, estando reunidas las cabezas de los grupos artísticos del espectáculo de pronto en los papeles de trabajo de uno de los integrantes cayeron unas gotas de agua manchando todo el escrito, sin embargo arriba de esta persona no había ninguna rejilla de aire acondicionado u otra cosa de la que pudiera escurrir agua, muy nerviosa y avergonzada esta persona limpió las marcas de agua sin hacer ningún comentario y todos los demás seguimos la reunión, sin embargo, el incidente del agua sobre los papeles de trabajo de otro participante se repitió y está vez sí el arquitecto preguntó si algo pasaba… De nuevo todos tratamos de minimizar el hecho sin lograr comprender de dónde nos caía agua. Casi al finalizar la reunión él mismo nos dio la pauta: tenía una pequeña pistola de agua con la que hacía disparos al techo sin ser visto y por eso no lográbamos identificar de donde caía el agua. Está anécdota me gusta porque para mí refleja muy bien su carácter: aún en las serias ocasiones de trabajo, él logra imprimir su sello de que el trabajo debe ser divertido”.

El más cercano de sus socios, el también arquitecto Carlos Constandse, tiene una opinión muy peculiar del Arqui: “para mí el arquitecto Quintana, independiente de que tengo el privilegio de ser su socio, es un personaje de una creatividad arquitectónica sin límite y con gran afinidad con los topos y las hormigas en la construcción de galerías y cavernas subterráneas de una belleza sin igual. Y como anécdota y realidad es que su arquitectura es al llegue, o sea sin planos, porque lo que no le gusta, lo tira”.

 

Una de sus colaboradoras más cercanas que ha estado a su lado por más de 20 años es Iliana Rodríguez, actualmente al frente de la Dirección Corporativa de Sostenibilidad y Relaciones Institucionales: “Han sido muchos años colaborando con el Arq. Quintana y eso implica un aprendizaje constante. Lo que sí te puedo decir, es que colaborar con él me ha marcado en cómo veo el mundo y las oportunidades. Su famosa frase “No me digas que no se puede, dime cómo sí”, creo que es uno de los parteaguas en mi forma de trabajar. Este tipo de pensamiento es algo así como un entrenamiento para ver más allá de lo que tenemos enfrente. Con el pasar del tiempo, se va convirtiendo en un sistema de pensamiento que toca no sólo lo laboral sino todos los aspectos de la vida. Creo que mi más grande aprendizaje ha sido justo ese. Ver posibilidades, explorar todas las alternativas, encontrar el lado positivo a las cosas, sacar lo mejor de cada experiencia.

Ejemplos de ello hemos tenido muchísimos en el Grupo, aunque creo que para mí el más rescatable es cuando abrimos el Parque Xplor. Fue justo después de la crisis financiera mundial que estalló a finales de 2008 y meses después de la epidemia de la influenza AH1N1 que se hizo presente en abril de 2009. Ese año estaba programado abrir Xplor en el verano y muchos pensaban que no sucedería considerando lo mal que le estaba yendo al turismo en México. El ímpetu del arquitecto Quintana y su manera de pensar, de encontrar el cómo sí, nos llevó a la apertura de nuestro primer parque de aventura el 6 de julio de 2009 y, contra todo pronóstico, recibimos el doble de los visitantes programados para ese año.

“Es una persona con un gran sentido del humor. Siempre tiene algo bajo la manga y, en el momento menos esperado, te arranca una sonrisa y, muchas veces, una buena risa. Creo que lo más increíble es que nos ha enseñado una buena parte de su filosofía de trabajo a través de chistes. Si te ve muy serio en una junta puede ser que te ofrezca galletas en donde hay una de plástico para ver quién cae. Creo que Xenses es el mejor ejemplo de ese genial sentido del humor. Al final del día, realmente pone en práctica el procurar hacer más feliz al planeta”.

Para Ana Hernández, Gerente de Comunicación y Relaciones Públicas de Hoteles Xcaret, el arquitecto Miguel Quintana es un gran maestro, “lo conozco desde hace 30 años y estoy muy orgullosa de colaborar con él en Grupo Xcaret y para mí es un privilegio formar parte de su Whats Upp; de él aprendí a dedicarme todos los días a lo que más amo, a luchar por mis “xueños”, a ser una apasionada de mi profesión, para jamás tener que trabajar. 

“Anécdotas tengo muchas, pero sin dudarlo, una que guardaré para siempre en mi memoria es la del lunes 15 de junio de este año, es decir, el día que reabrimos el parque Xcaret, jamás olvidaré su mirada -ni la emoción que compartió con los visitantes y con los demás colaboradores- confieso que se me puso la piel chinita y me salió una que otra lagrimita por estar ahí, cerca de él… hacer honores a la bandera, ver nuestra escolta, escuchar a  los tamborileros, mirar al cielo y ver cómo se izaba la bandera de México, escuchar el Himno Nacional con su familia en una circunstancia tan especial ¡es irrepetible! a él, esa mañana lo acompañaban sus hermanas Lupita y Rosy; ¿Sabes? me gusta verlo pleno y feliz, rodeado de las personas que quiere y flanqueado por la señora Marisol Marín. Por su talento y sensibilidad, ha logrado hacer de Grupo Xcaret un referente de México a nivel mundial. P.d. Mi papá lo quería y respetaba mucho, a menudo me contaba de los postres que disfrutaban juntos”.

Cristina Martín del Campo fue su asistente personal cuando el periódico La Voz de México era líder en imagen, credibilidad y estilo, y yo un feliz reportero de sociales. “Cuando me pidieron que escribiera esto tuve mil recuerdos increíbles y anécdotas: me reía mucho cuando entraban a la oficina y no tenía zapatos puestos o en las juntas me asomaba debajo de la mesa y sus top siders andaban por otro lado, o cuando llegaban a venderle algo y salían con un producto mejorado gracias a sus ideas.

“Me siento privilegiada, súper suertuda de haber trabajado con una persona tan creativa, humana y generosa, aprendí a trabajar y a trabajar con gusto, con la camiseta bien puesta. Aprendí igual a ver para adelante, a ser positiva y práctica a resolver lo que se vaya presentando, todo es enseñanza en esta vida. Gracias por enseñarme que podemos cumplir cualquier sueño. Creo nunca se lo he dicho pero nunca falté a trabajar porque me divertía mucho: ¡Gracias Miguel por todas tus enseñanzas, apoyo y sabiduría que nos compartes. Te quiero y admiro muchísimo!”

A Liz Lugo, Directora Ejecutiva de Operaciones Parques y Tours Grupo Xcaret, me une una amistad generacional porque primero fui amigo de su padre, don Raúl Lugo, cuando era director de Xelhá. “El arquitecto Quintana se caracteriza no sólo por su enorme creatividad, visión y capacidad de ejecución de proyectos únicos, sino también por su magnífico sentido del humor. Poquísimas veces recuerdo haberlo visto contrariado, por el contrario, siempre está buscando el lado chusco y positivo de las cosas y al mismo tiempo, la perfección en distintos ámbitos. 

“Una de las anécdotas que muestran sus rasgos de personalidad, la puedo concentrar en una noche durante la función de Xcaret México Espectacular, que cada noche se presenta en el Gran Tlachco. Mientras veíamos la coreografía de Flor de Piña, de Tuxtepec, Oaxaca. El público gozaba y coreaba al son del baile de las guapas integrantes del elenco que, con sus coloridos trajes, portando una gran piña en la cabeza, danzaban con porte y alegría haciendo un par de filas durante la coreografía. Sin embargo, justo en ese momento, el arquitecto Quintana volteó y me dijo: “Todas las bailarinas deben estar de-re-chi-tas en una fila perfecta para que luzca impecable”. En ese momento pensé “wow” por eso cada proyecto de Grupo Xcaret resulta siempre un éxito, buscando siempre hacer más feliz al planeta, contagiando nuestro gran amor por México”.

Sus dos herederos más grandes: Luis Miguel y David Quintana Morones, coinciden que el recuerdo que tienen más presente de su papá en su infancia que marcó su personalidad fue que a pesar de verlo poco por trabajar tanto “Siempre nos sentimos protegidos y ahora nuestra naturaleza es cuidar a nuestra gente sin que se den cuenta, de manera discreta”.

La frase que siempre los hace recordarlo… “tú siempre has el bien, lo correcto”.

Y lo que más admiran de él es “su fortaleza, siempre sin titubear con buena actitud para lo que sea”.

Sin duda El Arqui es un personaje que ha transformado el paisaje de quienes lo rodean para hacer de este un mundo mejor.

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