14 julio 1965 / 09 julio 2024
Aunque el dolor de tu partida nunca desaparecerá del todo, confío en que algún día nos volveremos a encontrar. Hasta entonces, serás mi ángel guardián, hermana.
En los momentos de tristeza y soledad, encuentro consuelo en los recuerdos que compartimos y en la certeza de que tu amor me acompañará siempre. Te extraño.
Aunque ya no estés físicamente a mi lado, sé que tu amor sigue presente en mi vida, iluminando cada paso que doy. Tu recuerdo será siempre mi fuente de consuelo, hermana.
Jenny Loría