Aunque en la actualidad sean vistos como anacrónicos y eventos de otros tiempos, las mujeres siempre despertarán en este mundo hasta la eternidad ese toque de admiración y respeto, aunado a su belleza; por ello celebro que este año el certamen de bellezas nacionales haya recuperado esa parte glamurosa y de fiesta con un show en donde vimos desfilar 32 mujeres hermosas más una, abriendo un espacio a las mexicanas que viven en el extranjero.
Que Cancún haya sido la sede de este renacimiento me puso más feliz porque tengo ese ‘ojo’ que pocas veces me falla y cuando asistí a la presentación de estas señoritas, la belleza tabasqueña, Aranza Molina, se robó toda mi atención, la vi un par de veces más hasta que me acerqué a saludarla, presentarme y con toda seguridad le dije: Tú serás la próxima Miss Universo México. Aranza me agradeció el cumplido y respondió: “Si Dios quiere así será”, lo que yo desconocía era que este año iba por la revancha, ya que en 2018 lo hizo a través de Mexicana Universal, donde ocupó el puesto de primera finalista y que la llevó a representar a México en Reina Hispanoamericana, donde logró el mismo puesto. Y así como Belinda se levantó airosa de su aparatosa caída en plena pasarela, Aranza se sacudió el polvo y mantuvo claro su objetivo: representar a México en la edición 2024 de Miss Universo. Esto lo había anunciado incluso la coordinación nacional del certamen, quien la había presentado anteriormente como una de las candidatas oficiales más firmes.
Me costó trabajo darle una nueva oportunidad a este renacimiento, yo mismo sentía devaluado y “arreglado” este certamen, por eso ni me preocupé por investigar nada. Cambiando de página y cerrando el libro, ya saben quién ganó y quién nos representará: una dama del Mar de Cortés.
Tras su derrota y obteniendo el premio de consolación de Primera Finalista, su popularidad creció como espuma en las redes sociales, generando un descontento similar al que vivimos muchos el pasado 2 de julio -conservando proporciones- y hasta el mismo Osmel Sousa quedó evidenciado en video cuando escuchó el nombre de otra señorita y no el de Aranza Molina: tres Doritos después su cara cara fue de asombro, ya que la imagen de la joven tabasqueña se había manejado como “la bomba latina”.
Si la hermosa desea ir por la comentada revancha para 2025, adelante, yo la apoyo, pero creo que el terreno de las redes sociales está arado lo suficiente para sembrar lo que ella quiera y seguramente florecerá: las puertas de la fama se le han abierto, y así a como el periodista Gustavo Macalpín fue enviado a la banca en vivo y ahora se cotiza en las mejores Bolsas de Trabajo, Aranza vivió algo similar en esa gran final. La baraja de la vida tiene muchas cartas, ojalá elijas la mejor, preciosa.
APRENDER CON PLAZA SÉSAMO
Me da mucho gusto compartirles que Lowry School y Sesame Workshop, la organización sin fines de lucro de impacto global, se han asociado para presentar el proyecto titulado escuelas por Plaza Sésamo, donde las aulas ofrecerán entornos de aprendizaje interactivos basados en el juego e inspirados en los queridos personajes de Plaza Sésamo, promoviendo el pensamiento creativo, la diversidad y la inclusión. La primera escuela Lowry y Plaza Sésamo ya abrió sus puertas en Cancún en este periodo escolar.
Las Escuelas Lowry incorporarán un modelo educativo innovador que combinará más de 50 años de experiencia de Sesame Workshop en educación infantil/primera infancia con un plan de estudios único que fomenta el aprendizaje a través del desarrollo de habilidades socioemocionales creando así un modelo educativo innovador. Se pondrá un énfasis especial en enseñar a los niños y niñas a la regulación emocional, la empatía y la amabilidad, que son temas centrales del contenido educativo de Plaza Sésamo. Las Escuelas Lowry planean integrar el currículo por Plaza Sésamo en 50 escuelas preescolares y primarias adicionales en todo México en los próximos años.