Humberto Falcón

QUIÉN ES
Enólogo y CEO de la bodega mexicana Mariatinto

¿Cómo se describe Humberto Falcón?
Apasionado, trabajador, derecho y muy terco.

¿Cuál es tu abecedario?
Amor, besos, corchos, te debo la ´d´, enfoque, fiesta…

¿Qué te llevó a los vinos?
La frustración.

¿Por qué?
De niño no acostumbraba comer en restaurantes ni tomar vino. Estudié la carrera de Comercio Internacional, en el TEC, y seguía sin acercarme al mundo de los restaurantes. Cuando me gradué me fui a trabajar para una empresa de acero en Monterrey, donde me hacen vendedor de exportación. Me tocaba ir a comer con mis clientes. Jamás había probado un ostión o un foie gras, un mejillón, una langosta o una trufa, y aparte tenía que pedir los vinos y sufría mucho porque no sabía qué pedir, y esa frustración me hizo querer aprender. Me acerqué a este mundo porque sentía una necesidad tremenda de aprender de comida y de vinos, y así fui tomando oportunidad de venderlos, hasta que en el 2002 mi socio me dijo: ¿y si hacemos un vino en Ensenada? Así empezó, como un juego.

¿Por qué Mariatinto?
Honra a las mujeres mexicanas. Mariatinto se iba a llamar María, y me acuerdo que en esa época que estábamos empezando estaba muy de moda el tema de las mujeres de Juárez, y en las ferias de vinos a las que iba en Europa o en Estados Unidos siempre me hablaban de eso. Entonces pensé que el primer proyecto que hiciera quería que se llamara  María, en honor a nuestras mujeres. Pero por temas legales y de registro no se podía porque es un nombre propio, y se nos ocurrió Mariatinto.

Si fueras una etiqueta cómo te llamarías…
Complicado.

¿Qué varietal serías?
Grenach, 100% de Viñas.

¿Qué sabor de vino le pondrías a un beso?
Balance, tiene que tener esa parte apasionada, intensa, erótica, cariñosa, triste, nostálgica. Tendría que ser Syrah, Grenach y Carignan.

¿Por qué?
Porque tiene que ser complejo, largo, con mucha boca media, balanceado y emborrachador.

¿Cuál es el vino más cachondo?
No es el vino, el vino no hace el momento, el momento hace al vino.

¿El vino te abre las piernas?
Te afloja. Pero te afloja o también te las cierra. El vino es un complemento. Como siempre digo, el vino es un elemento de la mesa, de la vida, es parte de tu día, de tu comida y de tu cena, de tu acostón, de tu levantón, de todo…

¿Cómo te curas una cruda moral?
La única forma es que lo metabolices y lo aprendas, y tienes que aprender de esa cruda moral, en qué la regaste, para que no te dé otra vez.

¿Cómo curas una cruda física?
Hidratación, sueño y vitaminas. Una cruda es un estado de deshidratación del cuerpo.

¿Pesa mucho el apellido Mariatinto?
No.

¿Cómo metabolizas el éxito?
Te compromete todos los días, porque el éxito te hace hacer mejor vino, mejor trabajo, mejor comunicación, mejor relación con los clientes, con tus empleados, con los productores de uva, con tu proveedor de barricas, entonces el éxito es un gran compromiso. Yo creo que se metaboliza trabajando y reconociendo el compromiso.

¿Qué vino quisieras crear, qué características debe tener?
Me encantaría ver vino en los puestos de la calle. Un vino bien democrático que pudiera estar en los puestos, en un envase diferente, pues no va a haber un descorchador ni copas, pero a lo mejor un vino que la gente pudiera comprar como compra un refresco.

¿Cómo se llamaría?
No sé el nombre, pero tendría que ser un vino que la gente pueda tomarlo con una tostada, con un taco, con una quesadilla, con una flauta, con un sope, con un huarache. Me gustaría hacer un gran vino mexicano, y quizá con otra marca.

Si  tu vida fuera una película, qué título le pondrías…
La lucha.

¿Qué canción es tu himno?
Mátenme porque me muero.

¿Quién es tu rival en vinos, con quién te comparan?
Nuestros rivales directos hoy en día son vinos importados. Un vino de Rioja, un vino de Rivera, un vino de Mendoza; por precio, por estilo de vino, por posicionamiento Mariatinto ya pelea en la carta de vinos. La gente se ha acostumbrado a pedir, se siente cómoda con poquitos vinos, y Mariatinto ya es una de las opciones que busca.

¿Qué te tatuarías en la piel?
Tengo un tatuaje, un halcón. Tengo un cross muy fuerte con los halcones, y no por mi apellido. Siempre que viajamos Sandra (pareja) y yo se nos aparece un halcón. Para mí es un amuleto ver un halcón, aparte que me encanta, y un hobbie que tengo pendiente en la vida es hacer cetrería, me gustaría mucho dedicarme a volar halcones, a cazar con ellos. Para mí es mi símbolo de fortuna, de seguridad, de suerte.

¿Por qué no le pones Halcón a un vino?
Puede ser.

¿Eres supersticioso?
No.

¿Qué nunca falta en tu refri?
Champaña.

La bebida más loca que te has tomado…
El Jager Maister, cuando era estudiante de prepa. Y tomé en León hace poquito un tequila blanco con un alacrán, me comí el alacrán y luego me tomé el tequila, me supo espantoso. Fue rudeza innecesaria.

¿Qué te quita el sueño?
La seguridad de la gente que quiero.