Como toda historia de amor Janet Combaluzier y Héctor Prado se conocieron en la infancia y cada quien hizo su vida pero sin olvidarse; años después volvieron a reencontrarse, la vieja amistad se transformó en romance, surgió el amor y sin perder más tiempo Héctor le propuso matrimonio para compartir juntos el resto de sus vidas.
En el altar de la iglesia de Cristo Resucitado, el padre Luis Alberto Chavarría bendijo la unión de Janet y Héctor, así como a los padres de los contrayentes: Rocío y Benjamín Ovalle; Graciela Calleros y Alejandro Prado. Posteriormente los ahí reunidos se trasladaron a los salones del Presidente Intercontinental, donde se ofreció un espléndido banquete para brindar por los recién casados, que fincarán residencia en la Ciudad de México. ¡Enhorabuena!
