Considerada una de las estrellas del golf en el Caribe Mexicano, su historia es un ejemplo de tenacidad, mucha práctica, pero sobre todo garra para hacer las cosas, no pierde la concentración, aún durante un juego de práctica sobre el cuál realizamos esta charla bajo un día soleado en el campo de golf del hotel Iberostar haciendo fotos muy divertidas, reviviendo anécdotas y desbordando alegría.
Por Esteban Torres P.
De todos los deportes que has practicado en tu vida, ¿qué fue lo que te atrajo del golf?
“Lo que más me atrajo del golf es lo que se requiere para jugar, porque es un deporte que físicamente no te vuelve más atlético, pero requieres tener fuerza y flexibilidad, debes tener una muy buena condición; se requiere concentración, presencia; es un juego del aquí y el ahora, es lo más zen que existe en occidente.
“La emoción de meter un putt en un torneo es indescriptible, parece algo tan simple; recuerdo que cuando iba a los primeros torneos nacionales, no podía ni tomar agua de la emoción y la angustia; este juego es como la vida: siempre es diferente y nunca acabas de aprender.
“Yo soy nadadora profesional, y el golf requiere de mucha práctica, de estar relajado. Se juega con mucha estrategia”.
¿Cuándo fue tu primer guiño?
“La primera vez fue en Cozumel, donde vivía y entrenaba natación con Damián Pizá, él era golfista y en esos tiempos -hace más de 35 años-, no había campos de golf en la isla, sin embargo, el llevaba una cubeta de pelotas de golf y un par de bastones recuerdo que tirábamos bolas en los jardines del hotel Presidente después de entrenar natación, así fue como conocí el golf ; esa fue la primera vez que vi bastones y pelotas, más adelante, vivía en otro hotel que tenía campo de golf y el maestro me invitó. Yo jugaba tenis en esa época, recuerdo que me dio un drive -era viejo y de madera-, pero cuando le di el primer golpe fue algo que no te puedo explicar esa sensación me consternó y dije de aquí soy, y no lo volví a soltar”.
¿Has tenido que sacrificar algo para poder salir adelante en el golf?
“Mi orgullo, porque nada me ha humillado tanto como el golf. ¿Alguna vez te conté la historia? Pues si no, ahí te va. Jugando un Nacional de Parejas, en Tabachines, invité a mi mamá, yo ya jugaba muy bien aquí, y era la campeona. Pero allá la presión me mato, se me fue el swing, el campo es corto y cerrado y yo pego largo y la bola la estrellaba en los árboles, y los greens con caídas y muy rápidos me volvieron loca, el tercer día de mi martirio mi mamá me dijo: hay mi hijita eres tan buena en todo lo que has hecho pero el golf no se te da, deberías de dejarlo… Regresé destrozada así que pensé ¿qué me falta? Me di cuenta que necesitaba trabajar, así que ese año empecé a jugar sólo de blancas (salidas de los hombres) con el grupo del doctor De la Fuente, y todos los pros, apostábamos un dineral todos los días, así que no me podía dar el lujo de jugar mal, aprendí a jugar con distancia y con presión, al año siguiente gané el Nacional de Aficionados en el Club de Golf México. Todavía recuerdo cómo temblaba después de embocar el putt con el que gané en desempate y no podía dejar de llorar de la emoción… Le llamé a mi mama y le dije: prende la tele en este canal a esta hora y así con toda la humildad y mucho trabajo mi orgullo herido me llevó a ganar”.
¿Cuál ha sido tu mejor golpe?
“Tengo muchos muy buenos Mejores Golpes. Mi hijo es el más preciado”.
¿Quién ha sido tu mejor caddie?
“Yo he sido mi mejor caddie. He estado para mí siempre, me acompaño, soy mi coach y trabajo en mí todos los días”.
¿Cuál ha sido el ´campo´ que te ha costado más trabajo conquistar?
“Ha sido Jackie. Sin pretender ser egocéntrica; conocerme, perdonarme, trabajarme, aprender a poner límites y a ponerme en un primer plano ha sido un descubrimiento a lo largo de mi vida.
Los momentos más fuertes y dolorosos que he vivido, como el bunker o el out of band de mi vida, me han dado las herramientas para encontrarme, para ser de mí, mi mejor compañera”.
¿Quién o cuál es tu driver recurrente para llegar a la meta que en ese momento tengas en mente?
“La constancia y la disciplina, y sin duda mi poderoso mantra con el que cruce de Cozumel a Cancún nadando: “sólo muerta me sacan del agua”. Una vez que yo decido que voy a hacer algo, lo hago, cueste lo que cueste” ¡Con un nivel de compromiso espartano!
Si la vida en sí es un juego, ¿te ha llevado alguna vez hasta un Gran Slam? Conservando proporciones verdad…
“Por supuesto, en muchas ocasiones, y ese Gran Slam aunque en ocasiones al principio ha venido acompañado de momentos que me han dolido profundamente al final, cuando lo he logrado, lo he convertido en un gran aprendizaje. Tengo varios Gran Slams en mi vida, y no sólo son logros económicos, laborales o deportivos lo más grandioso es estar bien conmigo misma”.
El green más difícil del que haya sido un gran reto salir.
“Cuando me sentí más vulnerable, insegura y traicionada parecía imposible poder lograr lo que requería y finalmente gracias a Dios lo logré. Te hablo de mi separación. Estaba en riesgo no sólo mi patrimonio, sino también mi confianza. Creer en mí que podía lograrlo y lo logré. Fue la situación más dura que he pasado en la que estaba en juego no sólo lo económico sino mi corazón”.
¿Cuál sería para ti tu hándicap que te favorece en el juego de la vida? Y en el golf…
“Mi constancia. No importa las veces que deba hacer algo, nunca me daré por vencida hasta lograrlo. Sólo muerta y a pesar de ello seguro en otro plano no tengo duda que lo seguiría intentando. Por ejemplo, en el golf tal vez no tengo la coordinación ojo/mano que todos los buenos deportistas tienen, pero he entrenado siempre, y nunca dejo de tomar clases, a lo mejor otra persona ya se habría dado por vencida, me costó jugar bien. Cuando me pongo un reto, mi hándicap es que nunca voy a dejar de intentarlo hasta que lo logre…”
La vez que te ha tocado ir arriba…
“Soy super bendecida, siempre voy arriba, porque además tengo una visión de la vida muy positiva, siempre pienso que todo es para mejor, para bien, aun cuando voy “abajo”, porque después eso, me lleva más arriba”.
La vez que te ha tocado ir abajo…
“El sufrimiento ha sido mi más grande maestro, tras vivir los golpes más difíciles, siempre he recibido las más grandes recompensas; el crecimiento y los mayores aprendizajes de mi vida. Así que no hay “abajo”, sólo es hacia arriba. Simplemente hay que aprender a verlo de otra manera”.
Así como los hierros de golf, ¿cuáles son tus catorce mejores aliados?
“Estar viva, sana, dichosa, plena, mi carácter que me lleva a lograr lo que quiero, la constancia, el amor, mis amigos, la abundancia, para mí la vida es un juego, mi familia: mi madre, Damián -mi maestro de natación-, ¡el universo y Dios siempre conspiran a mi favor! soy muy bendecida, y de mi bolsa mi drive es mi hijo”.
¿Alguna vez te has quedado cerca o has ido más lejos de la línea de juego que tenías planeada?
“Por lo general siempre me voy más allá de la línea del juego. Soy intensa, a mí las medias tintas no me van, yo voy por todo”.
¿Te ha salido un long drive por tu propia fuerza o ha sido viento a tu favor…?
“Yo creo que los dos, normalmente mi fuerza es mi constancia y mi espíritu indomable pero además siempre tengo a mi lado un ángel que me cuida y que hace que todo sea mejor”.
¿Quién es el marshal que vigila tu juego diariamente?
“Mi conciencia”.
A esta altura de tu vida, ¿cómo ves tu score?
¡De campeonato!
¿La vida te ha llevado alguna vez a la zona de juego prohibido?
“La vida no me ha llevado a ningún lado, yo lo he decidido, pero… ¿qué está prohibido? ¡Sólo es un juicio! Nada está prohibido. Aun así, me encanta lo prohibido”.
¿Con qué frecuencia haces birdies?
“En mi vida todo el tiempo, meto más que en el campo. Me siento muy bendecida”.
¿Dónde te sientes más tú: en el agua o en el campo?
“En el campo; en el agua durante mis entrenamientos y mis travesías conseguí las herramientas más impresionantes que forjaron mi carácter, y me enseñaron que puedo todo lo que quiero. Gracias a las enseñanzas del agua, el campo es mi lugar”.
De las ´trampas´ que te ha puesto el juego de La vida, cuál es la que no olvidas…
“Aquella que creía que siendo lo que otros querían yo iba a ser querida”.
Y por último ¿cuál ha sido tu Hole in One en la vida?
“Definitivamente mi hijo. Y en el juego he hecho cuatro: uno en el hoyo cinco de Pok ta pok; otro en el hoyo tres de Tabachines y otros dos en el hoyo 11 de Playa Mujeres; ahí el mejor fue en un torneo, la metí de 152 yds de aire le pegué a la bandera y pummm directo al hoyo. Lo mejor fue que el que estaba cuidando la bandera ni se inmuto, así que pensé ojalá y no haya quedado muy lejos porque el golpe sonó seco, cuando llegamos al green y vi mi bola en el hoyo comencé a dar tantos saltos y brincos que hasta olvidé el precioso carrito de golf que había ganado de premio.