Pedro Pueyo

Nació en Palma de Mallorca, España, en 1951. Fue un gran visionario de la hotelería que fundó la cadena Oasis en 1985; asimismo fue propietario de la agencia de viajes y receptivo Caribe Maya y de  la línea aérea Aerocancún. Incansable promotor de box, festivales de jazz, y homenajeado en Fitur 2019 como uno de los grandes personajes dentro de la industria turística.

Alguna vez dijo que le hubiera gustado ser arquitecto; su debilidad fue la configuración de las construcciones y las distintas formas que es posible concebir para las necesidades de cada proyecto.

Siempre optimista, nunca se dejó vencer a pesar de las malas rachas: “Empiezas con la ilusión y terminas disfrutando. En la hotelería es inevitable asumir riesgos; caídas y encontronazos, de todo se aprende”.

La frase que abanderó su entusiasmo fue: “La creación es algo novedoso, y debe ser tan útil que pueda perdurar en el tiempo”.

“Lamentamos el fallecimiento en Madrid, España, del empresario y fundador de Grupo Oasis, Pedro Pueyo. Desde Cancún le enviamos nuestro pésame a su familia y le deseo pronta resignación. Descanse en paz”

Mara Lezama

“Mi más sentido pésame a la familia de Pedro Pueyo Toldrá, propietario de la cadena hotelera Oasis. Lamento mucho su partida. Descanse en paz”.

Miguel Torruco Marqués

“Mi querido Pedro, debes estar orgulloso de estar con Dios, te lo mereces, por todo lo que nos diste: cariño, amistad y unión. El primer español que trajo a Cancún el consorcio hotelero Oasis, puerta de entrada a muchos paisanos tuyos. Te agradezco ese viaje inolvidable a España en tu yate. Nunca te olvidaré, ¡eres un gran amigo! Descansa en paz”.

Diego de la Peña

“Inteligente, irreverente, cariñoso, combativo, audaz, anti establishment, creativo, cabeza dura. Pero sobre todo buen amigo. Una figura única en sus contrastes. Un visionario como pocos. Valiente para tomar grandes riesgos. Cancún lo va a extrañar y yo también, mi querido Pedro”.

Cayetana de Regil

“Ha muerto en España un gran amigo y maestro de vida. Una leyenda. Pedro Pueyo, hotelero de vida, propietario de la cadena Oasis, irreverente, inteligente, gran amigo. No entendería mi vida sin todo lo que me enseñó. Nuestras largas tertulias, su constante empuje a que fuera libre. Que escribiera libre. Que armara un think tank de la industria turística. Su risa estridente. Su single malt. Su blazer siempre. Su inteligencia. Se fue uno de los constructores de Cancún. Se fue un amigo. Una leyenda. ¡Vaya bien!”

Gerardo García

“Me he enterado que partiste sin despedirte, como lo hacías en las maravillosas sobremesas de los viernes. Esas largas discusiones sobre desarrollo turístico y medio ambiente que calentaban los ánimos, pero siempre prevalecía el respeto y el cariño.

“Tu amor a Cancún y a México siempre fue incondicional. Creíste y apostaste siempre en nuestro país y en nuestra gente, por eso nunca te consideramos un inversionista español más que ‘venía a hacer la América’. Fuiste el único hotelero español que tenía todos sus hoteles en México.

“Siempre fuiste un cancunense comprometido desde 1985, como miles que llegamos a construir este bello destino que llamamos Cancún, el cual cumple 50 años. 

“Por creatividad no paramos, hicimos todo para que esto funcionara, para detonar lo que hoy es este gran destino”, dijiste en una entrevista algún día.

“Se fue un gran amigo y un gran maestro, pero permanecerán tus consejos y amistad incondicional. Descansa en paz querido Pedro”. 

Pepe Funes

“Durante el corto camino en la vida nos vamos encontrando personajes únicos que te van cimbrando, complementando y enriqueciendo el desarrollo del Intelecto.  

“De ti, Pedro, aprendí de tus aventuras y andanzas juveniles, de tus primeros pasos por la vida de los negocios, de las conquistas que con tanto entusiasmo nos platicabas tratando de mostrarnos el sentido de la vida; de los atajos, de los largos caminos y también de las derrotas y errores que fueron forjando tu forma de transitar en este mundo; entendí también el amor a tus patrias, a sus comidas, a su música y cultura; a veces pensaba que tu patria era el mundo entero, pues para ti no había fronteras ni límites. Eras una persona sencilla, que superó la complejidad, que sabías escuchar y aprender, conceptos esenciales para la amistad, la cual llevabas siempre al límite, rompías las barreras pero sabías apoyar o rectificar. 

“Hermano, en la dimensión en la que te encuentres sé que me vas a venir a regañar por escribir estas líneas; soy un gran afortunado, porque tuve la suerte de escucharte (a veces), decías que yo era más terco que tú, pero así era nuestra amistad; nos dimos la oportunidad de vivir y de maravillarnos escuchando a gente loca haciendo música, haciendo momentos, me enseñaste que se puede cambiar el mundo haciendo lo que nos gusta. Las anécdotas son nuestras, vendrán muchas más que sin duda volveremos a gozar. Mientras eso pasa, seguiré en tu honor cantando mil veces seguidas El Rey. Pequeño homenaje a quien cantara ‘Con dinero y sin dinero siempre hago lo que quiero’. Fue un honor contar con tu amistad, un Macallan a tu salud. Genio y Visionario PP.

Lucio Ledesma

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