Alejandra Bogue

Actriz, presentadora de televisión y vedette

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IRA

La injusticia social. Me causa el hecho de que a veces yo misma esté autogenerando sabotaje y pensamientos tontos e innecesarios. Y del exterior ni se diga, muchas cosas más…

PEREZA

No soporto la pereza en sí. La vida es como una película o una serie pero si de repente te estancas, eso puede rayar en la pereza, porque o ya no estás poniendo atención o no tienes claro un objetivo, y ahí es cuando la pereza te jala. Yo conozco mi demonio de la pereza y no me gusta; La Bogue es más chida gritando y pintada con la boca roja que tirando hueva.

GULA

Soy hiperquinética; de pronto me tengo que cuidar, porque si me descuido, me voy para arriba; yo pensé que siempre iba a estar bien buena y bonita toda la vida tragando como puerca y no, no es así. Debo medirme, por eso siempre traigo algo saludable en mi bolsa como este plátano. ¿Quieren?

AVARICIA

Ante la inseguridad económica. Pero creo que de repente me ha faltado avaricia o de plano no se me da; cuando he tenido algunos logros ahí va una de gastalona aunque después me ande tronando los dedos.

SOBERBIA

Todos los días. De repente te recargas en el ego de un personaje y te sientes única. Yo fui una niña muy apoyada por mí familia, pero no me refiero a chofer y lujos, no, mi mamá trabajó un chingo para mandarme a una escuela privada e inconscientemente creó un monstruo porque crees que la vida es así. Luego creces y todos los días te crees la gran cagada. Pero después la vida te enfrenta al espejo y te dice: ¡Estás bien pendeja! La soberbia te destruye. Te come la psicología del autoengaño y así no es, así no sales adelante.

ENVIDIA

Soy un poco envidiosa. La verdad es que eso no se me da. Recuerdo un día que fui hacer un casting realmente era una Barbie de un presupuesto muy cutre pero aun así, fui. De repente vi una chava que se quitó su gabardina y estaba toda curveada, preciosa: nariz operada, bubis infladas, y yo no tenía más que la circuncisión y las anginas operadas, pero eso sí tenía un chingo de hormonas. Le conté a mi mamá y me dijo: ¡Eres una envidiosa! Realmente yo no representaba ni competencia ni validez en ese mundo trans, y hoy mi comadre esta bien jodida, en cambio yo, hoy soy feliz con lo tengo, triunfando, empoderada, causando envidia, no sé a quién verdad… ¡pero seguramente!

LUJURIA

Siempre he sido muy caliente. Entre los 13 y los 16 años me divertí de lo lindo. Después me cambió todo, ya como mujer mi temperamento cambió. Hoy por hoy les puedo decir que me he cogido a puro pendejo, no ha llegado uno que de veras se me antoje.