15 enero 1971 / 30 agosto 2022
Le traté poco en la vida, más lo suficiente para percatarse de su dulce trato. Un alma bella. Cuando nos veíamos siempre fue con mucho cariño. Nuestras madres, eran amigas de Mazatlán, de la tierna infancia. Nuestros abuelos y bisabuelos por parte de madre se conocieron, también fueron amigos. Había una corriente de sincero cariño y afecto porque la amistad de nuestras familias nos enlazaba. Apenas esta última semana se estaba recuperando tras una operación de hace 20 días. Comenzaba a pararse y sentirse mejor. Con Geo, me unía algo más que con tan pocas personas puede unirme. La sangre es tan escasa en el mundo del tipo B Negativo. Aproximadamente el 1.3% de la población del mundo posee esta sangre, la segunda menos disponible. En este caso, podríamos ser una para la otra, si sucediera una emergencia, nuestras madres lo sabían. Estábamos nosotras. Su familia y la mía coincidimos en Cancún desde hace muchos años.
Pero ni por eso, pude ayudarla ahora que ella me necesitaba. Hace 1 mes y medio, en la antesala de su operación, acudí a donar sangre, le pedían dos unidades, para autorizar su cirugía, pero no pasé la prueba pues salí baja de mi hemoglobina y plaquetas, así que el banco de sangre del IMSS me consideró no apta para donar. Siendo una sangre tan escasa, estar ahí dispuesta y no poder contribuir con mi granito de arena. ¡Qué gran frustración!
Me pregunto ¿por qué gente tan linda de alma y joven tiene que partir tan pronto? Me uno a su pena. Con mucho aprecio lo digo para su familia: Marina, su hermana Gaby y sus hijos.
Q.E.P.D.
Laura Rojas Färber