“Las reglas del servicio han cambiado más no la calidad”
Desde que Milo Pinelo llegó al mundo lo primero que le dieron de comer fue un canapé, a veces un bocadillo o bien un taco de cochinita, ya que su mamá, doña Margarita Castellanos Zoreda, proviene de una familia de banqueteros radicados en su natal Mérida y a eso se ha dedicado desde siempre, así que su hijo bebió su vocación en cada biberón con el que brindaba también con los invitados, pero con los años se convirtieron en copas de vino.
Fue en el año 2000 cuando el nombre de su mamá era el referente del mejor catering en todo el Estado y Margarita necesitaba un brazo fuerte para sacar adelante, Milo se integró a su nómina, dejó a un lado su carrera de marketing y se entregó de lleno al negocio familiar coordinando cada evento de principio a fin, desde la planeación, elaboración de platillos, servicio y limpieza del lugar, todo estaba bajo su mando, pero llegó el tiempo de crecer y así inició la expansión de su propio círculo a Playa del Carmen.
Un negocio que empezaba a consolidarse en esa época eran las bodas/destino, de las que hizo su especialidad a través de su propia firma que llamó Mejores Banquetes, y posteriormente lo registró como Catering de Autor que en breve celebrará una década de servicio.
Todo iba muy bien hasta que llegó la pandemia y se cancelaron todos sus banquetes, “pasamos al catálogo de empresas no necesarias; hablamos con el personal para darles las gracias porque mi empresa no puede hacer trabajo de home office. Se acabó la renta del equipo y las estufas de las cocinas no se volvieron a prender. Pasé dos meses en familia, pero al ver que no había ingresos tuvimos la brillante idea de hacer cocina económica para llevar o entregar a domicilio. Retomé algunas recetas y las empezamos a ofrecer con gran éxito, la popularidad de unas desplazó a otras y así se fue armando el menú de lunes a sábado con cochinita pibil, pozole, relleno negro, frijol con puerco y más cosas que la gente ha ido pidiendo, así nació Yommi by Mejores Banquetes”, comentó.
Fue una decisión muy fuerte para él y su equipo porque no querían bajar la calidad de sus productos y mucho menos abaratar su prestigio, sin embargo, sus platillos yucatecos fueron los mejor vendidos y el número de pedidos ha ido en aumento. “Esta nueva oportunidad de negocio ya definió su mercado y sería un error retirarlo, así que esta “cocina de hogar” se quedará una vez que cambie el semáforo de sanidad”, afirmó.
“Por otro lado, administramos también cuatro comedores de empleados que ya se empezaron a reactivar; esa es otra división dentro de nuestra empresa, así como la administración de restaurantes, algunas veces sólo por proyectos, sin embargo, acabamos de recibir el restaurante de la Casa Club de Isla Dorada, además de otras reactivaciones que nos obligan precisamente a ser los Mejores Banquetes”, concluyó.