Ella es…Vanessa C. Mendoza Oliver

“Me encanta apostar a todos los proyectos de educación e innovación educativa, creo sin duda que es la base de toda sociedad”.

Por Esteban Torres P.

Dicen por ahí “caras vemos, obras no sabemos” y aplica perfectamente para definir la personalidad de una dama que silenciosamente se ha distinguido por su carácter altruista y ello no es nuevo en su vida, ni moda que haya que seguir para sumar puntos ante la mirada escrutadora de nuestra sociedad, su afán de ayuda le viene desde la adolescencia y con el paso de los años se ha diversificado hasta alcanzar el punto de la satisfacción personal por haber hecho algo por los demás, dándoles las herramientas a los beneficiados para seguir luchando por ellos mismos hasta alcanzar su bienestar, mientras escucha y evalúa nuevas propuestas de ayuda que pueda cristalizar con sus manos y las de la gente que cree en ella para poderlo lograr.

“Soy contador público. Licenciado en comercio exterior y aduanas. Tengo una maestría en derecho corporativo y un diplomado en derecho aduanero y otro en derecho fiscal e impuesto”, nos dice, Vane recién ingresó a la cuarta década de vida y al lado de su esposo y dos hijas, su historia se enriquece aún más porque el lado personal lo tiene cubierto y todos ellos son escudo, su inspiración y el terreno fértil donde sembrar la bondad para que mañana germine en buenas obras que continúen su legado altruista.

Su formación académica es cancunense totalmente, de 1998-2002 estudió en el Instituto Tecnológico de Cancún, Licenciatura en Contabilidad y Finanzas. Entre 2010-2012 realizó estudios de nivel superior, Licenciatura de Comercio Exterior y Aduanas. Universidad del Sur, Cancún 

Entre 2012- 2014 continuó con sus estudios a nivel posgrado con una Maestría en Derecho Corporativo y Dirección Empresarial, en la Universidad Humánitas, sin descansar desde entonces y lo más reciente fue un Diplomado en Derecho Aduanero, desempeñándose en la Secretaría de Economía 2006-2010, SAT  2011-2012, y ha pertenecido a grupos como Coparmex 2009-2011 y Rotary Internacional 2011- 2021. También ha presidido asociaciones civiles como Club Rotario Cancún Bicentenario, Nada Nos Detiene, Comité de Vinculación del Conalep Cancún 2, Voluntarios Mayakoba, a nivel personal benefició a un asentamiento irregular de una comunidad chiapaneca y actualmente es embajadora de la AC para adultos mayores, Orgullo ciudadano.

Si bien el lado profesional está cubierto en su currículum con conocimiento y capacidad para llevar las riendas por más impetuosas que sean, la contraparte altruista nunca está en paz, las acciones la buscan para seguir haciendo algo por los demás, su espíritu se lo demanda sin esperar nunca el agradecimiento, ese es ante ella misma y nadie más.

“Muchas veces me pregunta mí misma familia ¿por qué lo hago? Y yo les respondo que con ello, siento que así le pago a Cancún y a la vida lo maravilloso que han sido conmigo, me gusta mucho el apoyo social, pero sobre todo me encanta apostarle a todos los proyectos de educación e innovación educativa, creo sin duda que la educación es la base de toda sociedad.

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” decía Nelson Mandela, el conocimiento sin duda es fundamental para el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestra población y seguirá siendo un factor indispensable para la lucha contra la ignorancia y las desigualdades, es la búsqueda del conocimiento lo que nos ha llevado a evolucionar a través de los siglos y nuestras carencias han impulsado los inventos tecnológicos  que hoy por hoy facilitan nuestra vida”.

La educación es inalienable, intransferible y admisible no tenerla pues es un derecho universal…

“Ya que, al estar privados de ella y movidos por la necesidad o la ignorancia las personas pueden a llegar a tener conductas fanáticas, misóginas, bélicas o delictivas que nos afecten de manera directa o indirecta, por eso no debemos ser apáticos ante este problema social

“La educación no es totalmente gratuita, ni tiene acceso a ella toda la población, ni mucho menos ha logrado la igualdad social y hablando seriamente de su contribución para el desarrollo del país, esta ha sido muy limitada. Si somos un pueblo educado, sabremos que tenemos derecho de libre expresión, de tránsito, de libre asociación, incluso si llegáramos a cometer alguna infracción sabríamos que tenemos el derecho a defendernos y a un trato justo, sobre todo sabríamos respetar límites, toleraríamos menos abusos de poder y seriamos más incluyentes. Por esa razón mi esposo y yo estamos en la Asociación de Escuelas particulares y apoyamos para que nadie se quede sin estudiar”, comentó.

“Para mucha gente leer, desarrollar la filantropía, bailar flamenco, son actividades que me hacen sentir viva, son mi pasatiempos, pero también son complemento a una personalidad congruente, así como celebrar mis cumpleaños con fiestas/tema siempre con una causa social, lo único con lo que no puedo es con mi mayor debilidad que son los zapatos, pero yo creo que hasta ellos tendrán un buen fin un día, estoy segura”, agregó Vane, una dama comprometida con nuestra sociedad en cuerpo y alma. 

TESTIMONIOS

¡Los voluntarios no reciben paga, no porque sean inservibles, sino porque son invaluables! Ser voluntario significa adquirir un compromiso libre y altruista, no es algo fácil, se requiere empatía, gusto por el servicio, etc., y hay alguien que no escatima ni tiempo, ni esfuerzo para apoyar a quien más lo requiere, ella es Vanessa Mendoza, una voluntaria de corazón; ella ayuda con lo que puede y siempre consigue algo más, a veces con el apoyo de sus amigos y para mí es un honor ser su amiga. Cuenta siempre conmigo.

La filantropía es algo que tiene tatuado en su corazón. Ella tiene muy claro que ayudando al prójimo, nos ayudamos todos. 

Vanessa es una persona comprometida con las causas sociales, Rotaria de corazón, amiga en toda la extensión de la palabra y alguien que siempre escucha y colabora con todo aquel que lo requiere. Nuestra sociedad necesita más gente como ella, solidaria y siempre dispuesta a apoyar. 

Angélica Delgado

Conozco a Vane desde más de 10 años, nos conocimos en el Club Rotario Cancún Bicentenario. Antes de que fuera presidente del Club, ella siempre apoyaba a todos los compañeros y buscaba programas y proyectos para ayudar a la comunidad de acuerdo a los lineamientos de Rotary. Cuando fue presidente de Rotary, Vane era una mujer imparable, siempre presente, trabajadora, perseverante, logrando conseguir las metas planteadas durante su mandato, sin importar horarios ni fechas. Fue uno de los mejores años que el Club tuvo en cuanto a productividad, programas terminados, proyectos realizado y menciones distritales gracias al impulso y liderazgo que Vane le dio. Como amiga ella siempre está pendiente de todas y cada una, nos busca, nos organiza por lo menos un desayuno a cada una de sus amigas, y en sus cumpleaños ella jamás pide regalos, los regalos los pide para apoyar a algún grupo que lo necesita como podría ser la Casa Hogar o algún grupo vulnerable de la localidad. Mi admiración y respeto siempre a todo lo que Vane es y a su familia que la apoya y la impulsa en todo momento. Gracias Vane por ser así, incansable y luchando por lo que más te gusta que es ayudar y apoyar al prójimo.

Coco Cabañas

Conozco a Vanessa Mendoza desde hace más de 20 años, destacaba por su belleza, su lucha por mejorar siempre las condiciones de los demás (de los estudiantes desde ese entonces) y por su alegría, era alguien que caía bien a la primera por su sarcasmo y humor negro, pero principalmente por su honestidad. 

Nuestros caminos se separaron y la ayuda al prójimo nos volvió a unir, ahora más madura y con mayor claridad de lo que quiere y cómo lo quiere, se ha enfocado en siempre sudar, lo mismo a niños, a personas con discapacidad, que a adultos mayores, ella no pregunta a quién o por qué, sólo el cómo y es de armas tomar, llevo seis años trabajando hombro con hombro en favor del adulto mayor, y cada día me sorprende esa capacidad de reinventarse, de encontrar siempre lo positivo y de no dejar nunca a nadie atrás, yo la llamo de cariño “la abeja reina” ya que su bondad hace mover a todo un ejército para beneficio de los demás, es por ello que me siento muy orgullosa de ser su amiga.

Liz Santoyo

Vane es una persona que tiene el sello Rotario en su corazón, el dar de sí, antes de pensar en sí. Ella es un gran ejemplo de entrega y compromiso con las personas que lo necesitan, y así ha sido siempre, es una persona a la que admiro y quiero mucho.

Vilma Troconis

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