Creadora de un sello que se ajusta a cada tipo de mujer, ha hecho de una pasión toda una profesión, elevando su nombre a marca registrada con una línea propia orgullosamente mexicana
Por Esteban Torres P.
¿Si bien dedicarte al maquillaje no fue tu primera opción de vocación, cómo llegaste hasta él?
“Estudié Mercadotecnia en Guadalajara, y siempre me enfoqué a la publicidad. Trabajé en Fiancé, una revista de novias, también en Guadalajara y como cualquier mujer, me encantaba el maquillaje, pero nunca lo había visto ni como una carrera ni para dedicarme enteramente a ello, sin embargo, tenía curiosidad porque cuando realizábamos una producción fotográfica observaba el proceso y eso me gustaba más.
“Al poco tiempo empecé a estudiar maquillaje en una academia de una maestra muy reconocida que estaba en el mundo de la farándula. Sólo eran los fines de semana hasta completar seis meses; después me cambié a vivir a León, Guanajuato, y es cuando empiezo a dedicarme de lleno al maquillaje ahora sí, en la coordinación editorial y la dirección creativa de cada producción de moda o de belleza”.
¿Quién fue la primera persona que maquillaste?
“Ya ni recuerdo… Pero para sentirme más segura, empecé trabajando en una estética para poner en práctica todo lo aprendido y aunque no eran muy buenos yo le echaba ganas. Seguí tomando más clases de maquillaje en León porque me di cuenta que el diploma no te hace maquillista, todo está en la práctica”.
¿Qué fue lo que viste en el maquillaje: ¿tu verdadera vocación, un negocio o tu realización?
“Yo creo que un poco de todo. Al final estaba buscando generar ingresos, pero al vivir la experiencia, me gustó más el resultado de ver cómo se sentía una mujer maquillada, ver cómo se eleva su autoestima, el brillo en sus ojos de su seguridad. Ese resultado fue el que me enganchó”.
Consideras que el maquillaje es el equivalente al filtro más antiguo que el mundo ha venido usando desde que se inventó…
“Resaltar siempre algunas áreas de tu rostro a tu favor es válido, llámese maquillaje; hoy para eso están las apps, pero nunca serán lo mismo. Desde tiempos inmemoriales ya lo usaban los egipcios, es más, algunos historiadores consideran Egipto como la cuna del maquillaje, ya que era una parte muy importante de su expresión. Cuando estudié aprendí que cada maquillaje va de acuerdo a la época, es algo que ha venido evolucionando y debes estar en constante renovación de técnicas y estilos porque hemos ido de una mujer sumisa a una más extrovertida y seguimos cambiando. Un ejemplo muy claro es el uso de las cejas: antes era sólo una raya que ni siquiera te hacía verte mejor, pero ahora se basa en proporciones anatómicas, incluso te puede ayudar a verte más joven o alegre, y antes no se enfocaban en eso”.
En la era que vivimos de tantos filtros digitales, ¿consideras que maquillarse ya no es tan importante porque tu app hará todo por ti?
“No. El maquillaje puede ser parte de una rutina, hasta de amor propio para sentirte más bonita, y eso es algo que un filtro nunca te va crear, ni ese sentimiento ni darte ese resultado”.
¿Cuándo descubres los beneficios del maquillaje, este se convierte en tu aliado o en tu esclavo?
“Es simplemente un accesorio. No creo que sea sano depender de él. Me gusta estar maquillada, pero cuando ando natural de ´cara lavada´ no me siento fea, porque me siento más segura de mí misma. Hay que trabajar en ese balance porque todos somos más que una cara, los valores de cada persona también te dan brillo, mucho brillo”.
Si tuvieras que elegir una cosa sencilla que puedan hacer las mujeres para mejorar su belleza natural, ¿qué les sugerirías?
“Cuidar la piel y llevar una buena alimentación. Poco sol, evitar la contaminación y realizar rutinas de limpieza diariamente”.
¿Qué tan fácil puede ser “echarse una manita de gato”?
“¡Tomando mis cursos! Aprendiendo y poniendo mucha atención en 15 minutos puedes verte bien sin necesidad de hacerte un super maquillaje. ¡Yo soy mi propio ejemplo todos los días!”
Es cierto eso que dicen que… Aunque la mona se vista de seda, mona se queda…
“No siempre, hay muchas técnicas que te pueden ayudar a resaltar, pero mucho tiene que ver la actitud. Me ha tocado maquillar mujeres muy bellas que a lo mejor tuvieron un mal día que el maquillaje no pudo ocultar, así que por más esfuerzos que haga, ¡no se verán tan monas!”
¿Cómo se prepara una profesional para no morir en el intento?
“La preparación teórica es muy importante, pero más aún la práctica, sólo así consigues la experiencia y no importa cuántos diplomas tengas si al final no los pones en práctica en diferentes mujeres, pieles, estilos y circunstancias. He tenido la oportunidad de maquillar en muchos tipos de climas y las técnicas que debes usar son totalmente distintas”.
¿Cuándo la gente tiene una expectativa de un maquillaje, la llevas al siguiente nivel o cumples son lo que le te piden para no entrar en problemas?
“Me baso en la personalidad del cliente, pero trato de superar sus expectativas. Me baso mucho en lo que quiere porque a veces ya tienen un estilo muy marcado -sobre todo las mujeres mayores-, tampoco puedo imponer una tendencia en alguien que no la está buscando…”
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
“El chisme. La convivencia que se genera entre mujeres. La posibilidad de empoderarlas, darles esa seguridad que van a romper la noche. Todo eso va de la mano de un trabajo que disfruto mucho”.
¿Cuál es tu fortaleza en el competido mundo del maquillaje?
“La competencia es la perseverancia que he mantenido, el no dejar de aprender, y no dejar de buscar las tendencias”.
Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a quién te habría gustado maquillar, a quién le pedirías te compartiera su secreto de belleza y a quién le lavarías la cara para volverla a maquillar?
“Me gustaría maquillar a Madonna; para mí representa un ícono en el maquillaje y en la moda. De J.Lo me gustaría que me compartiera su secreto de belleza. Me encanta su energía y lo espectacular que se sigue viendo a su edad. A la que me gustaría maquillar es a Britney Spears; en los últimos años sus maquillajes han sido muy poco favorables y siento que se quedó en lo antiguo. Me encantaría poder corregir y crear algo en tendencia que la haga lucir más jovial y natural”.
¿Cuándo ves un rostro mal maquillado, piensas en lo que no harías en los demás o le darías un consejo para que mejore su aspecto?
“Dicen que nunca des un consejo que nadie te pidió. Me gustaría hacerlo por ayudarles, pero no sé cómo lo pueda tomar la gente. Claro que siempre sería para mejorar… O lo veo como una experiencia para no hacerlo. Hay cosas que a veces no van conmigo y mucho menos con la persona”.
El maquillaje en los hombres es válido, es necesario o es una simple vanidad innecesaria…
“Se vale de todo. No sé si un hombre heterosexual lo haría o esté dispuesto a probarlo, siento que en general a los hombres no les importa tanto tanto cubrir alguna manchita; pero sí he tenido muchas experiencias con hombres homosexuales que les gusta, porque se ven guapísimos y a veces no se requiere de tanto. En mi experiencia, cuando realizaba producciones fotográficas o en bodas, me ha tocado darles un retoque a los hombres para quitar el brillo o simplemente para emparejar el tono de piel, o si traen mucha ojera porque se desveló la noche anterior. Mejorar cosas básicas que no les dan importancia en su día a día, pero que para ese momento son indispensables. Y como maquillista claro me gustaría que hubiera una línea para hombres porque no es la misma piel, ni son los mismos tonos. Todos nos queremos ver mejor en un momento dado”.
Cómo nace tu propia marca y qué ingredientes la hacen personal y única…
“Mi marca nació hace casi tres años, pero su lanzamiento coincidió con el inicio de la pandemia. Antes de ser maquillista, siempre soñé con un negocio propio. Los labiales me parecen el accesorio básico para las mujeres, pero que además sean de calidad, larga duración y sean compatibles para tipo de piel. Descubrimos una fórmula a base de cera de abeja, ingredientes orgánicos, y lo mejor es que es un laboratorio mexicano. El siguiente producto fue una línea de productos esenciales para aplicar un maquillaje completo. Están a la venta, pero también los incluyo en mis cursos de maquillaje como son el polvo traslúcido, delineador y pomada para cejas. Viene en camino uno más pero aún no puedo darles más detalles…”
Ahora que eres mamá: que impresión te gustaría que tuviera tu hija del maquillaje:
“Que lo vea siempre como un accesorio para verse más bonita, para consentirse; que nunca dependa de ello, es un plus nada más, porque lo mejor de nosotros está dentro de cada uno y eso no hay maquillaje que lo cubra ni que te haga ver mejor. La educación es un maquillaje que se debe cuidar, hay reglas que harán ver mejor ante el mundo”.
DE TU COSMETIQUERA PERSONAL
No podrías vivir sin…
“Sin mi rímel, para que mis pestañas se ven bonitas siempre. Y escribir, es algo que me relaja mucho”
El labial que te saca de apuros…
“El tono Terra, es mi favorito de todos los días. Y seguir mis sueños, es lo que han servido para conservar mi sonrisa, y a veces sin mi labial favorito”.
La sombra que te inspira y la que te intimida…
“Las de colores, y la que me intimada es el Smokey Eyes. Es una buena técnica, pero te puede hacer las facciones muy intensas. La inseguridad es una sombra, sobre todo la de no sentirme suficiente ante las expectativas”.
El peine para desenredar un problema…
“La paciencia y entender que todo tiene su tiempo, eso me ha ayudado a desenredar los nudos, y para eso no hay mejor peine”.
El perfume que nunca debe faltar…
“El que amo es uno de Tous. Se llama el Black. Un aroma que me inspira y me recuerda cosas lindas es la combinación de manzana con canela”.
Tienes algún sueño profesional por cumplir…
“Sí, muchos, el próximo tiene que ver con mi propia línea de maquillaje; es algo que será tan útil como revolucionario. ¡Espérenlo!