Por el décimo aniversario del Espacio de Michelle, bajo la dirección de Gloria Torruco y un gran equipo de colaboradores y benefactores
Han pasado 10 años desde que Gloria Torruco visualizó su misión en la vida, y esta fue no sólo aprender a convivir con una personita con Síndrome de Down, sino educarla y darle las herramientas necesarias para que el día de mañana pueda enfrentar la vida; este angelito se llama Michelle, su hija más pequeña, y es una de sus tres razones para existir en este mundo, las otras dos son sus hijos varones.
Este día merecía un festejo especial porque no fue fácil llegar hasta él, sobre todo por la pandemia que pausó muchas cosas como la educación diaria de todos los pequeños con sus terapias presenciales, pero gracias a la ayuda y contribución de varios benefactores, el proyecto siguió adelante, mismos que reconoció la anfitriona de esa noche en medio de una ceremonia llena de agradecimientos a todos ellos, especialmente al hotel sede que hizo esta velada posible, el Breathless Cancún & Soul, y a la estrella italiana del bel canto, Filippa Giordano, quien le ofreció un concierto para corresponder a tanta gente por su generosidad y de esta forma se consumó el festejo de una década de trabajo conjuntos por la comunidad de niños con Síndrome de Down.