QUIÉN ES
Empresario y presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos
¿Quién es Carlos Gosselin?
Un arquitecto de 84 años que ha llenado su vida de todas las metas. Solamente quiero hacer el bien, porque no tengo por qué hacer el mal, es lo que he ganado en la vida.
Tu ABC…
Vivir feliz con mi pareja.
¿Cuál es su infierno?
La maldad de la Ciudad de México.
¿Qué es el Caribe mexicano para Carlos?
La capital del turismo de todo el Caribe y un placer para vivir mi vida.
¿Qué le debes al Caribe mexicano?
La permanencia de estar, de levantarme y ver el mar, el amanecer cada día, las palmeras, y luchar un poquito más ese día por algo de lo que tengo que hacer.
¿Qué le hace falta al Caribe mexicano?
Más honestidad de los ciudadanos, más honestidad en los gobernantes.
El liderazgo de los hoteleros, ¿cómo lo has vivido?
Con una gran satisfacción, cuando veo la respuesta y el deseo de participación, las ideas y propuestas, y todos los días su entusiasmo para compartirme lo que tenemos o debemos de hacer. Así lo vivo, muy bien.
¿Cómo los has sufrido?
Enormemente a la resistencia cuando me dicen ´no lo puedes hacer´… ¿Por qué no?
Tu voz suena a qué…
A mandar luz a alguien, a los que vienen, que hay una esperanza para vivir y que deben de mejorar.
Sin complacencias…
Yo creo que las complacencias no hay por qué tenerlas, no hay que consentir nada. Consentir solamente lo que te da derecho a vivir.
Tus metas…
A mis años, vivir cuando menos otros dos y concluir lo que tengo pendiente.
¿Qué es ese pendiente?
El primer hotel que vuelve a rescatar la hacienda de antaño con todos sus elementos, y se va a llamar La Casa del Pueblo, Hotel & Resort, en Mérida, de 240 llaves, y pienso se concluya en dos años.
Tu legado…
Dejarle a todos, a todas las nuevas generaciones, sin importar su nivel ni estatus, que en la vida hay que proponerse hacer algo para lograrlo, pero proponérselo primero.
¿Qué es el amor para Carlos?
Lo más bello de mi vida.
Tu Bonita Elisa…
Es la dueña de mi amor, de mi activo, de mi vida y no de mis pasivos, porque eso los sigo teniendo yo.
¿Qué se ha sentido ser un hombre guapo?
Fui guapo, fui muy codiciado por las mujeres. Fui, eso es pasado. Hoy simplemente soy un hombre normal como cualquier otro.
La juventud…
Preciosa, un tesoro que hoy lo veo y digo qué lástima que no soy joven en el tiempo actual.
La vanidad…
Me gusta presumir lo que hago. Me gusta decir: ‘mira, esto lo hice yo’. Hago alhajas, hago anillos, hago esculturas, pinto y hago arquitectura.
La elegancia…
Me gusta vestirme bien…
Wellness…
No me preocupa mucho. Yo quisiera tener menos kilos, pero a veces pienso que tengo que cuidarme y tener el punto de equilibrio, ya no hay razón para sacrificar.
Tu vicio…
Hoy, el trabajo.
Cirugías, ¿a favor o en contra?
Yo no me las haría. Me gusta la mujer o los hombres como somos cuando envejecemos. Aunque creo que hay situaciones que hay que defender, una fea nariz o una lesión, pero cuando una gente es bella es bella toda la vida.
El famoseo…
Ser famoso al que le cabe serlo. Después de ver los eventos que le hicieron ahora al Gran Divo, los demás no tenemos nada que decir, yo menos.
Los amigos famosos…
Son importantes en la vida, cuando menos codearse con ellos, sobre todo cuando le prestan a uno el avión o el yate.
La gastronomía…
Me gusta mucho comer muy bien, creo que tengo una de las mejores cocinas de Quintana Roo.
¿Qué escondiste anteriormente en tu vida y que ahora ya es público?
Nunca escondí nada, siempre fui un libro abierto, y no me arrepiento de hablar con la verdad.
De lo que te has arrepentido…
De nada, porque nunca he hecho nada malo.
Lo que más has amado…
A las mujeres.
Lo que más te ha apasionado…
La vida en sí misma.
Lo que más has olvidado…
Lo que me causó algún disgusto, algún amigo que perdí y a mi madre que la perdí, pero hay que olvidar.
Lo que has dejado atrás para ser Carlos…
Nunca he dejado nada atrás, cada cosa que he hecho me ha servido como un escalón para seguir adelante.
El ridículo público más cañón que has hecho…
Cuando se me cayeron los dientes postizos en casa de una amiga mía.
De lo que más has huido…
Nunca he huido de nada. Me gusta enfrentar los retos.
Lo que te mueve…
He vivido muchos procesos muy importantes. Hoy me preocupa el que las nuevas generaciones puedan ver lo que significó… En mi generación nacimos y nos educaron en el temor. Las generaciones actuales viven en la libertad plena. Ese gran cambio es muy importante, que deben valorar.
Lo que lloras…
Yo ya no lloro, lloré, y mucho.
Lo que te callaste, que quisiste llorar y te reprimiste…
Particularmente cuando veo una película romántica, de algo que ya no puedo volver a vivir. Es cuando me dan ganas de llorar…
Tu libro en la mesa…
Hoy estoy leyendo un libro de la Poniatowska, que habla precisamente sobre la vida de Lupe Marino.
¿Cuál es tu libro de cabecera?
La verdad, no tengo, prefiero cambiar. Creo que hay que renovarse.
Tu canción favorita…
Gracias a la vida… que me ha dado tanto, interpretada por la Sosa.
Si tu vida tuviera una película ya hecha, cuál sería…
Rosa de abolengo, una película muy vieja, de la época de la guerra; cuando se bombardeaba Inglaterra y él se va y ya no regresa, solamente queda la rosa que él dejó el día que se fue… Me acuerdo cómo me impresionó. Yo debía tener como unos 14 o 15 años. La época del pleno romanticismo, de la época en que empieza tu despertar del amor, del sentir, de la pasión. Ese cambio al sexo era interesante.
¿Qué es el sexo para Carlos?
Algo que fue…
Si le pusieras un título a tu película, cuál sería…
Amor por la vida.
Tu locura…
Mis nietos.
¿Crees en el alma gemela; en el amor a primera vista?
Alma gemela, no. Amor a primera vista, desde luego que sí. Lo tuve muchas veces.
Si te encontraras a Dios, cuál sería la primera palabra que le dirías…
¿Existes?
¿Qué te quita el sueño?
El perder a mis seres queridos.