
¿Sabías que…? Las Frases más románticas.
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo Jorge Luis Borges
Te quiero no por quién eres, sino por quien soy cuando estoy contigo Gabriel García Márquez
Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hallamos presos Joaquín Sabina
La historia de Cupido
Apegados a la mitología, Cupido es el dios romano del amor. Es el homólogo del dios griego Eros y equivalente de Amor en la poesía latina. Representado normalmente como un niño alado, Cupido es símbolo del romanticismo y desde tiempos inmemoriales se le asocia con el Día de San Valentín, cada 14 de febrero.
Según el mito, Cupido es hijo de Mercurio, el mensajero alado de los dioses, y de Venus, la diosa del amor. El niño suele ilustrarse como un infante alado con arco y flechas cuyas heridas inspiran amor o pasión a cada una de sus víctimas. No obstante, su representación no siempre ha sido positiva. En algunos casos, Cupido aparece como un personaje amenazante, que a menudo urde planes nefastos, como disparar a las personas con sus flechas, aunque no haya ninguna posibilidad de que se unan, obligándolas a arruinar sus vidas en una búsqueda infructuosa.

Corazones rojos, símbolo del amor
Según algunos historiadores, todo empezó alrededor del siglo VI a.C. En aquel entonces, el símbolo que hoy asociamos con el corazón se empleaba para representar a la planta del silfio, la cual se utilizaba como un anticonceptivo.
Otros afirman que la forma deriva de la representación de algunos follajes y que estos se utilizaban en ilustraciones religiosas, representando tanto al amor romántico entre un hombre y una mujer como el amor manifiesto entre Dios y la humanidad.
Se dice también que los antiguos médicos egipcios realizaron las primeras disecciones en cadáveres humanos; al observar la intrincada red de venas, arterias y nervios que parecían brotar del corazón, creyeron que era en el corazón donde residían y se originaban las emociones. Además, notaron el hecho de que cuando uno se asustaba o emocionaba, el corazón empezaba a latir.
Siglos después, los seguidores del médico griego Galeno perpetuaron la creencia de que este órgano era el centro de las emociones —la cual persiste hasta hoy en frases como “Me rompió el corazón” o “Te amo con todo mi corazón”.

El origen del 14 de febrero y San Valentín
Si bien el amor es un sentimiento que nació el mismo día que el Homo Sapiens abrió los ojos, su historia y sus múltiples bifurcaciones, se remonta a muchos siglos atrás, envueltos en la bruma del misterio. Según investigadores, sitúan el origen de la fiesta de San Valentín en la antigua Roma, en la celebración de las lupercales, también llamadas lupercalia.
Estas se celebraban el 15 de febrero, según el calendario romano, como ante diem XV Kalendas Martias. Supuestamente la palabra deriva de lupus (lobo) un animal que representaba al dios Fauno, que tomó el sobrenombre de Luperco, y de hircus, por el macho cabrío, un animal impuro.
El origen de la historia del personaje de Valentín se sitúa en la Roma del siglo III, cuando el cristianismo comenzaba a extenderse. En esos momentos gobernaba el emperador Claudio II el Gótico, que promulgó una ley por la cual prohibía casarse a los jóvenes para que pudieran alistarse en el ejército.
Al no estar de acuerdo con dicha ley, un joven sacerdote llamado Valentín decidió desafiar la prohibición del emperador y empezó a celebrar matrimonios en secreto entre jóvenes enamorados, además de lograr que muchos se convirtieran al cristianismo y asistir a los presos antes de ser torturados y ejecutados.