Calabaza en Tacha

“Esta es una receta que hacemos entre mi familia cada año, justamente en estas fechas para recordar a las ánimas que nos antecedieron”

Anamari Irabién

Sucede que hace muchos años, la caña de azúcar se cristalizaba en unas calderas llamadas ´tachos´, donde el primer producto derivado era la melaza que al endurecerse se volvía piloncillo.

Para aprovechar estos artefactos y también al jarabe de la caña de azúcar que ya estaba cocida, el otoño les gustó para cocinar calabaza de castilla y caramelizarla con los restos de este producto.

Para hacerlo más sabroso todavía, hasta el día de hoy se aromatiza con rajas de canela, anís estrella y alguna que otra especia que le guste al cocinero.

Al igual que la capirotada, los chongos zamoranos y todos esos emblemáticos postres mexicanos, su preparación cada vez es más difícil de encontrar. Para que no se queden con el antojo, les diré cómo prepararla.

Es maravillosa para acompañarse con buñuelos de rodilla -esos de feria de pueblo- o bien con una bola de helado de vainilla.

Para hacerla más al gustó se le pueden agregar frutas ácidas (naranja y guayaba) para equilibrar los sabores y no saturarnos de tanta dulzura. 

INGREDIENTES 

2 kilos de calabaza de castilla partida en trozos

4 conos de piloncillo (aproximadamente un kilo)

2 naranjas partidas en rodajas

2 rajas de canela

4 clavos de olor

2 anís estrella

1 litro de agua

PREPARACIÓN

Cortar toda la calabaza en trozos regulares y reservar. En una olla grande, colocar el piloncillo con el agua y las especias hasta que esté completamente disuelto. Incorporar las calabazas y dejar cocinar por aproximadamente cuarenta minutos o hasta que, al introducir un cuchillo en la calabaza, salga con facilidad. Dejar enfriar, servir y decorar con las rebanadas de naranja.

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