5 de mayo de 1986 / 29 de diciembre de 2020
Con profundo respeto compartimos estos testimonios a los padres y hermano de Ayesha Casal Herrera: Alicia, Antonio y Tony. Lamentamos la pérdida irreparable de su hija. DEP
Aye: Querida amiga siempre fuiste más que mi amiga fuiste mi compañera, mi cómplice, mi consejera y mi alcahueta también. Hoy me dejas un dolor muy fuerte en mi corazón, sé que te extrañaré, pero también sé que estás en un mejor lugar y que seguirás conmigo por el resto de mi vida y aunque no pueda verte sé que estás aquí. Te amo con todo mi corazón que hagas muy feliz a los que están ahora cerca de ti como me hiciste a mí donde quiera que estés.
Bernardo Negrete
Mi “fire” hermosa te pienso y recuerdo todos los días con tu gran sonrisa y mil recuerdos con tantas carcajadas. Estoy agradecida con la vida por haberme puesto en tu camino, (y coincidir) ¡Gracias por tanto! ¡Te amo!
Ghebre Saad
Aye: Gracias por tantos momentos tan únicos y divertidos. ¡Nunca te olvidaremos y siempre estarás en nuestros corazones! ¡Love you!
Joyce Saad
Aye: me enseñaste a amar, a ser tolerante, a reír y a sentir. Los años que compartimos juntas cómo roommates y confidentes, fueron los años más felices y divertidos de mi vida. Yo sé que cuándo sea mi turno, igual que me ayudaste a crecer en ésta vida, sé que me ayudarás cuándo entre a la siguiente.
Penélope Linaldi
Mi Aye: eres una persona que definitivamente brillará en donde quiera que estés ahora. No sólo tu belleza externa te distinguía, más aún lo era tu espíritu de libertad, de vida, de sentir y vivir las experiencias al máximo, disfrutando de la vida, siempre sonriendo y bailando de una manera única. Fuiste una persona entregada a tus amistades, siempre presente. Personalmente, la nuestra fue una amistad como pocas y de tantos años, muchos años que dejaran una huella para siempre, desde las aventuras más divertidas, las fiestas más increíbles, hasta crecer juntas y convertirnos en adultas. Pláticas profundas y muchos momentos de reflexión, aunque yo estuviera viviendo en Nueva Zelanda –ya son casi 10 años- en los que he visitado en pocas ocasiones a mi México. No hubo semana que no nos habláramos y estuviéramos al tanto de nuestras vidas. Descansa en Paz amiga hermosa siempre vas a estar en mi corazón. Vuela alto amiga, libre y feliz como siempre.
Lorena A. Burton