
Aye Garmendia y Gustavo Corral, una historia de amor que creció con el tiempo
Amores y amistades de película
De todos los temas posibles para llevar una historia a la pantalla grande, sin duda muchas veces es el amor el eje en el que giran sus personajes, pero si no fuera ese el argumento central, de todas formas nunca falta ese toque romántico que hará memorable cada historia y eso es precisamente lo que hemos querido rescatar a través de diferentes escenas de películas icónicas para ilustrar la historia que están viviendo algunos de nuestros amigos que, encantados, aceptaron reproducir esa foto que pasará a la historia gracias el Séptimo Arte, debidamente personalizadas en escenarios naturales que de inmediato asociarán nuestros lectores con la pantalla grande.
A veces el destino se disfraza de encuentros casuales, de una conversación inesperada o de una simple coincidencia. Así comenzó esta historia, cuando Gustavo y Ayeli se conocieron. No fue un flechazo repentino, sino algo más sutil y profundo: descubrieron que compartían muchos gustos, pasiones e intereses que, poco a poco, los fueron acercando.
Durante un año se dieron el tiempo de conocerse, de descubrirse en pequeñas cosas, en charlas largas y miradas cómplices. No hubo prisa, sólo la certeza de que algo especial estaba creciendo. Y así fue. Lo que comenzó como una amistad se transformó en un amor auténtico, dando vida a lo más hermoso y maravilloso que cambió sus vidas para siempre.
Dos años después, con la certeza de haber encontrado en el otro un compañero de vida, tomaron la decisión de unir sus caminos en matrimonio. No fue sólo una celebración, sino un compromiso con todo lo que habían construido juntos y con lo que aún les esperaba por vivir.
Hoy, después de 13 años de matrimonio, han formado una bella familia con dos hermosas niñas Luanna y Renee que llenan de luz su hogar. Sin embargo, si hay alguien que hizo su amor aún más fuerte, fue Gustavo, su hijo mayor. Él llegó para enseñarles que el amor no sólo se siente, sino que también se construye, se nutre y se fortalece con cada desafío y cada alegría compartida.
Esta no es sólo una historia de amor, es una historia de crecimiento, de familia y de la magia que ocurre cuando dos almas se encuentran en el momento justo para escribir su propio destino.
Locación: KM 0, Zona Hotelera.