Hoy en día hay tantas cosas a nuestro alrededor que nos hemos acostumbrado de las cosas maravillosas. De aspectos extraordinarios de la vida, decidimos tomar esas experiencias como ordinarias. De cosas que se veían imposibles, las convertimos en posibles, pero eventualmente en aburridas. De imposible a aburrido. ¿Cómo llegamos aquí? Muchos estamos acostumbrados a vivir día a día en modo avión, sin tomar pausas y de verdad reconocer el presente. Pero, gracias a que hoy en día estamos acostumbrados a vivir sin reconocer lo extraordinario, podemos hacer ese cambio de 180 grados donde ahora todo te va a parecer fascinante. Ver el mundo con ojos extraordinarios, porque tan solo el poder de vivir está lejos de lo ordinario.
Les voy a dar un ejemplo fácil donde podemos empezar a recordar la magia. Los aeropuertos: básicamente el estrés de la humanidad concentrado dentro de un edificio. El estrés ni siquiera es provieniente del lugar, si no sólo con el simple hecho de pensar en el lugar. En el instante cuando piensas que tienes que comprar un vuelo, el estrés se prepara para su aterrizaje. Todo el proceso de preparar el viaje (comprar los boletos de avión, crear el itinerario, empacar tus maletas con la ropa acorde al viaje) se convierte en estrés. Es turbulencia en tu vida sin siquiera haber despegado.
Cuando por fin llegas al aeropuerto, quieres irte lo antes posible porque sabes que sólo es una escala; es temporal. Los aeropuertos sólo son un desvío previo a tu destino final. Para mí, no tiene sentido que los aeropuertos sean lugares tan estresantes, ¿no debería ser lo contrario? Tienes la oportunidad de visitar otro lugar en el mundo con tan solo viajar un par de horas. Tienes la oportunidad de volar. Lo que parecía imposible se convirtió en posible. El aeropuerto no es un lugar de estrés, sino un lugar donde los sueños se hacen en realidad, dónde se crean conexiones y donde el mundo te da la bienvenida. A veces las personas ya no se asombran de cosas que son asombrosas. Ni en los sueños más locos de nuestros ancestros se hubieran imaginado volando sobre el mundo y descubriendo nuevos lugares, nuevas culturas y nuevas almas. Hoy en día, lo que fue un sueño para muchas personas en el pasado, se convirtió en una situación estresante en el presente.
¡Vuelen y disfruten el viaje! Es así de simple si decidimos mirar con ojos extraordinarios.