Hay una probabilidad de una mujer en cada ocho que desarrolle cáncer de mama. Una vez más para las mujeres, las probabilidades no están a nuestro favor.
Nuestro templo está siendo atacado. Nos llaman valientes porque estamos en constante guerra externa y lamentablemente, una de cada ocho de nosotras también pelea una guerra interna.
Nos llaman valientes porque aceptan el valor que necesita para enfrentar situaciones difíciles, pero prefieren no unirse a nuestro ejército. ¿Por qué no se quieren unir a nosotras? Porque ellos ya se hacen llamar valientes en la comodidad. No necesitan correr el riesgo para adquirir el título. La valentía ya se puede adquirir en todos lados: enfrentaste a tu pareja para decirle que ronca por las noches (¡qué valiente!), le dijiste a tu compañera que tiene un cilantro en el diente (¡qué valiente!), ignoraste el mensaje de tu ex (¡qué valiente!).
Sé que mis ejemplos podrán sonar exagerados, pero estamos en estado de emergencia, y se necesita exageración para demostrar atención.
Nos suelen llamar valientes sin saber lo que significa. A veces siento que las palabras están perdiendo su significado. De tanto mencionarlas, ya no sólo vocalmente, pero a través de todos los medios se nos olvida lo poderosas que son. Hablamos sin pensar. Decimos sin observar. Mencionamos sin conocer. Comunicamos sin sentir.
La valentía es la fortaleza de actuar con decisión y firmeza haciendo frente a tus miedos. Una de cada ocho adquieren la verdadera valentía a través de momentos rosados. Mujeres, les quiero decir que son valientes ya que todas compartimos la misma voz desde hace millones de años. Les voy a compartir lo que para mí significa valentía: la valentía significa ser humano. A los humanos les encanta decir que somos todo, menos humanos, porque al admitirlo estás aceptando tu mortalidad. Al aceptar tu mortalidad te das cuenta de que hay muchos riesgos en nuestra delicadeza. Si no lo aceptas, no ha riesgos verdaderamente críticos para ti, y no podrás llamarte valiente en realidad. Pero si la aceptas, te darás cuenta que la mortalidad es brillante ya que hace que cada momento tenga un final. Tal vez me creerán loca, por creer que los finales son brillantes, pero sin finales no podría haber principios y sin principios, no le daríamos importancia a nada porque todo sería un círculo infinito de partículas. Seamos vulnerables para poder amar. Tengamos nuestros pies en la tierra para poder volar. Todo es especial porque todo es temporal. Muchas mujeres lo han entendido y han conseguido ser valientes. Y no sólo eso, las mujeres han decidido ser valientes JUNTAS. El poder de la unión es incomparable porque todas somos una. Aquí estamos presentes para todas ustedes, más humanas que nunca, más mujeres que nunca.
Para todas las almas sobrevivientes, para todas las que se nos fueron, recordamos todos los días su poder. Creemos en ustedes. Las vemos en todos lados recordando cada segundo. Impulsemos a este mundo cobarde que abra sus brazos a la valentía. Queremos ser bienvenidas, y no vamos a parar, porque somos LAS valientes. ¡Hablemos en plural! Nunca dejaremos de ser ruidosas porque recordamos NUESTRO poder, y vamos a celebrarlo todas juntas hasta que todos lo recuerden también.
En este mes de octubre, concienticemos sobre el cáncer de mama. Mujeres, seamos valientes y hagámonos un chequeo de nuestra salud. Seamos conscientes de lo maravillosas que somos, y cuidémonos las unas a las otras, empezando por ti misma.
