Momentos inolvidables
Darte una escapada a mitad de la semana para conocer las joyas de la hotelería que dan prestigio a este destino turístico es a veces un regalo inesperado, sólo así puedo describir las atenciones del equipo que comanda Grecia López, gerente general del Margaritaville Island Reserve Riviera Cancún operado por Karisma Hotels & Resort.
A poco más de un año de iniciar operaciones en el perímetro de Bahía de Petempich y tener que cerrar después de dos meses de operación por la pandemia que paralizó el mundo, este hotel renace con más fuerza, ya que su equipo está decidido en convertirlo en un referente de calidad, originalidad, pero sobre todo atenciones de primera. El concepto de este espacio se percibe en cada rincón, es cien por ciento caribeño, no hay que caminar mucho de una amenidad a otra: los restaurantes de especialidades Latino y Frank & Lola, los bares, las decenas de albercas que están en medio de áreas verdes son el escenario perfecto para ´instagramear´, incluso así nació una experiencia gastronómica que se ha convertido en la favorita: el Floating taco bar que lo propuso un influencer para disfrutar de una comida típica mexicana sin salir de la alberca, ahora lo piden todos los turistas al menos una vez dentro de su estancia ya que por la cantidad se puede compartir con nuevos amigos que degustan lo mejor de nuestra cocina alrededor de una charola flotante en donde hay un poco de todo.
Para el equipo de Grecia López, regresar a la actividad es el mayor regalo que pudieron recibir porque el concepto los mantiene alegres, escuchando música y conviviendo con los huéspedes haciendo efectivos todos los protocolos de salud e higiene que garantizan la seguridad del huésped. Este es el primer hotel en México plan familiar y pronto veremos el segundo que está en construcción que será sólo adultos. Si tienen la oportunidad de ir, no se lo pierda, tienes precios especiales para quintanarroenses.
ADIÓS A UNA TRADICIÓN
Una situación que no he podido controlar desde hace 25 años que llegué a este destino es involucrarme sentimentalmente con algunos personajes de nuestra sociedad, algunos me han abierto las puertas de su casa y de su corazón, haciendo una amistad entrañable como la que hice con la galerista y gastrónoma Rocío González. Su pasión por la cocina mexicana la convirtió en la precursora de los Chiles en Nogada, fue la primera en servirlos en este lado de México y como buena poblana, hacía alarde de su receta original que con el tiempo ha derivado en nuevos estilos pero los suyos eran los auténticos, incluso creó la Cofradía de los Amigos de los Chiles en Nogada que año con año reunía en su casa hasta que el volumen superó su número de sillas y pronto los llevó a diversos restaurantes para ofrecerlos a beneficio de nobles causas: Cruz Roja Mexicana, Grupo Desafío Lucha contra el cáncer y el Heróico Cuerpo de Bomberos de Cancún. Estoy seguro que su partida de este mundo no va frenar ese espíritu de ayuda ni de preservación de nuestra gastronomía. Hasta siempre Rocío por esos deliciosos momentos inolvidables.