Inquietudes

Las mañanitas todo mayo

Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendía honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Posteriormente los romanos llamaron a esta celebración Hilaria, cuando la adquirieron de los griegos. En el templo de Cibeles se realizaban ofrendas durante tres días. Con la llegada del cristianismo se transformaron las celebraciones para honrar a la Virgen María. En el origen contemporáneo esta celebración se remonta a 1865 bajo unas manifestaciones pacíficas y religiosas en la ciudad de Boston, Estados Unidos, en donde participaron madres de familia que fueron víctimas de la Guerra Civil. Las reuniones por el Día de la Madre continuaron de manera regular durante los siguientes años hasta que por diversas circunstancias se estableció el festejo oficial a partir de 1914, que sería el segundo domingo de mayo.

En México el Día de la Madre se celebra anualmente el 10 de mayo sin ajustarse a días de la semana como en otros países. Este día se habría festejado por primera vez en 1911, pero gracias a la iniciativa de Rafael Alducín, director del periódico Excélsior, con el apoyo del entonces Secretario de Educación Luis Alberto Juárez García, se institucionalizó en 1922.

Gracias a estos personajes podemos celebrar cada año a nuestras queridas madres para demostrarles nuestro agradecimiento con todo nuestro amor y agasajándolas como se lo merecen. Sin embargo, este año 2020 quedará marcado en los párrafos de la historia universal para muchas generaciones venideras donde ya casi todo el año  no se llegó a realizar ninguna celebración, ni bodas, ni bautizos,  ni conciertos, ni competencias (incluyendo los Juegos Olímpicos), ni maratones, ni carreras de autos, ni  congresos, ni exposiciones, ni el festejo de uno de los días más importantes para nosotros como mexicanos que es el diez de mayo.  

En estos meses de aislamiento de seguro debe haber  familias reunidas en una sola casa y entre los miembros habrá alguna que otra mamá, quienes  tendrán la dicha de ser festejadas como se lo merecen. Sin embargo, en algunos otros hogares estaremos separados de nuestras madres y de nuestros hijos, como es mi caso. Y  en otros hogares estará la ausencia eterna de una madre. 

Esta vez, con el permiso de todos mis lectores, quiero dedicar esta columna con todo mi amor a mi madre adorada. Ha sido muy duro para mí en estos meses de claustro voluntario no poder abrazarla y besarla, aunque gracias a la tecnología la puedo ver en videollamadas, pero no es lo mismo que sentarme junto a ella para platicar, poder tomarla de las manos y sentir su aroma a jazmín, ver el brillo de su mirada o escuchar su voz natural. 

En mis momentos de ocio veo algún viejo álbum y encuentro fotos donde está ella conmigo recién nacida y también de niña con mis hermanos.  Me remonto a aquellos tiempos que vivíamos bajo el mismo techo y partíamos el mismo pan. Valoro todo lo que hizo por mí en esos tiempos mientras yo crecía para tomar mi propio rumbo. Valoro todo lo que hace por mí hoy día ya mujer y con una familia hecha. Cada día que tengo la inmensa fortuna de  hablar con ella absorbo sus palabras para que se queden tatuadas en mi alma; disfruto cada segundo y cuento los minutos que faltan para volver a sentarme algún día a su lado para escuchar sus anécdotas y sus consejos, para amarla y contemplarla. ¡Felicidades madre mía!

Muchas felicidades a todas las mamás, que en donde se encuentren tengan el amor de sus hijos y la bendición de Dios. Que gocen de buena salud y del amor de su familia. Felicidades a las que en estos meses se estrenan como madres. Cuídense mucho y quédense en casa.

Sabemos que estamos viviendo momentos de incertidumbre social, laboral y económica. Necesitamos a México y México necesita de nosotros. Por estas razones se interrumpieron varias actividades y entre ellas fue la Colecta Anual de la Cruz Roja, por lo que por este medio los invito a que por favor aporten un donativo de lo que esté a su alcance ya que sin esta valiosa ayuda la institución estaría limitada para poder brindar sus servicios en las diversas áreas, como servicio de ambulancia, material de curación, servicio de paramédicos, entre otros. De antemano reciban un agradecimiento del cuerpo de damas voluntarias, de todo el personal  y de la mesa directiva. 

Beneficiario Cruz Roja Mexicana, I.A.P. 

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