La casa real comunicó la intención del príncipe de no ser enterrado junto a su mujer en la catedral de Roskilde, el lugar donde descansan los soberanos daneses. ¿El motivo? Considera que no es merecedor de descansar al lado de su esposa porque no tiene el mismo rango, es decir, él nunca ha sido rey, algo que le ha traído de cabeza desde hace años. Con todo este escándalo ocupando las portadas de los medios nacionales y la Corona que guarda silencio, Henrik decidió hablar y lo hizo para atacar duramente a su mujer, en una especie de chantaje público, ya que sabe que Margarita es una mujer muy religiosa que organizó con mucho detalle el funeral de ambos, pues encargó un moderno sepulcro al escultor Bjørn Nørgaard. Estas declaraciones ponen a la monarquía en un papel complicado, sobre todo a la reina, quien tendrá que decidir qué hacer con su marido, si hacerle caso y nombrarlo rey saltándose la constitución o poner freno a sus ambiciones.
