Javier Marañón
[col1]
Canarias…
Mi tierra adorada.
Cancún…
Mi segunda tierra.
La aviación…
Mi pasión por herencia paterna, porque fui director de Aerocancún y porque mi descendencia sigue en el mismo negocio.
Letras…
Para mí la “D” y la “H”… algún día contaré por qué.
La realeza…
Un sistema que impera en varios países europeos in illo tempore y que todavía sigue.
¿Algún título nobiliario?
Marqués de Marañón.
El exrey Juan Carlos…
Fue amigo de mi padre… le tengo un gran respeto.
Gemelos fantásticos…
La pregunta más fácil. Mi hermana y yo.
Hijos…
Tengo unos cuantos y me siento muy orgulloso de cada uno de ellos, independientemente y en conjunto… son cinco, y de ellos dos cancunenses, y de éstos una mujer, mi princesa, la niña de mis ojos, y el pequeño Asis, mi adoración.
Oasis…
Ha sido la empresa en que más tiempo he trabajado en toda mi vida, la que me trajo al paraíso cancunense y con la que sigo y seguiré relacionado, especialmente por el cariño a quien es su presidente, mi estimadísimo y queridísimo amigo Pedro Pueyo.
Pedro Pueyo…
Sigue siendo el gran pionero de Cancún y de Quintana Roo. Espero que algún día se le reconozca como es debido, porque nadie ha hecho lo que él por Cancún y el estado. Ha sido el impulsor en temas como Aerocancún, la primera línea aérea charter que hubo en México para poder llenar este destino masivamente y la primera en explorar destinos emergentes con espectacular éxito, Brasil, Argentina y Chile. También los springbreakers empezaron a llegar masivamente gracias a Pedro, el plan Todo Incluido llegó al destino de su mano, fue el primero en construir un macro hotel de más de mil cuartos y el que ha puesto de moda las animaciones tipo Las Vegas. En resumen el gran Gurú de la industria turística, ante quien hay que quitarse el sombrero.
El homenaje…
A Pedro. En noviembre vamos a celebrar el 25 aniversario del primer vuelo de Aerocancún, y quisiera que se le hiciera el homenaje que nunca se le ha hecho.
Señor cónsul…
Evidentemente muy orgulloso de serlo y representar a mi país en este estado. Cada día me da más trabajo, pero lo hago con mucho gusto.
El glamur del Consulado…
Como todas las cosas tiene sus partes buenas y malas. El tema del glamur que te da la opción de conocer gente. Ahora me considero amigo personal de don José María Aznar, expresidente del gobierno español, a quien he tenido la oportunidad de atender en varias ocasiones y de ahí surgió la amistad. Lo mismo que al presidente Zapatero, entre otras personalidades. La parte no tan glamurosa es la de tener que reconocer a algún fallecido, cuando no lo había visto en mi vida… Pero desde luego prima más la parte glamurosa que la otra.
El apelativo de “Marañas”…
Es un tema heredado de mi padre, con el cual estoy orgullosísimo. Fue un personaje al que admiré, admiro y admiraré toda mi vida. Lo llamaban así en la aviación y lo heredé, ni siquiera mi hermano mayor.
Tequila Marañas, ¿tu aportación, violación, transacción… robo?
No digas que es un robo porque se me va el glamur. Te he de decir que lo inventé… lógico que no, pero como si lo hubiera hecho… Es un tequila con un buen pedacito de chile habanero dentro, es deliciosa la mezcla, insuperable…
[/col1]
[col2]
El cabello… como Sansón, ¿por eso no te lo cortas?
Te voy a decir la verdad. Cuando éramos jóvenes, Juan Bernal, el peluquero de la Casa Real en tiempos de Alfonso XIII, iba a mi casa los domingos, cada 15 días, a cortarnos el cabello, y a mí me horrorizaba que mi madre le dijera “quítale de aquí, quítale de ahí”… Así que el día que me fui de la casa dije: “no me vuelvo a cortar el cabello ni afeitar hasta que me moleste para cuando vaya al baño”. No piso una peluquería desde hace unos 35 años, soy autodidacta, autocortador de mi cabello.
Cuando veas a tu vecino sus barbas cortar, ¿pon las tuyas a remojar?
No, la verdad es que la barba es una gozada, es el placer de no tener que afeitarme todos los días, y con una carita tan suave como la mía es un santo martirio. Dicen que me hace más viejo de lo que soy… ¡Por favor! ¿Viste cómo me salí por la tangente?
¿A qué te sabe la vida?
Tiene muchos sabores: dulces, amargos, de todo hay en la viña del Señor, pero hay que buscar los sabores dulces.
El carácter de la refregada del Marañas…
¿Quién dijo eso? Quiero ir ahora mismo a buscarlo para matarlo… ¡Jajaja! Ni idea, soy un dulce, mi amor… Bueno, al menos eso decían las mujeres en mi época, ahora ya soy muy viejo.
¿Cómo se encuentra el corazón de Marañas?
Físicamente es la parte de mi cuerpo que mejor funciona… Filosóficamente no es fácil y, como todos, ocultamos cosas, y yo a lo mejor un poco más que nadie. Hay un gran personaje en este estado, una mujer por cierto, que es así como me describió y me definió en su época; me lo escribió en uno de sus libros, una dedicatoria, y la verdad que eso me impresionó mucho. No soy fácil para darme a descubrir aunque la gente cree que sí.
¿Te crees el payasito de la fiesta?
Jamás. Lo que me gusta es divertirme. No lo pongas en duda. Lo que está claro es que si uno se pone un buen pedalín es para divertirse, no para amargarle la vida al resto de la gente. No soy payasín, me gusta divertirme, que es distinto.
Tu vicio oculto y tu virtud pública…
Como comprenderás… si es oculto, así seguirá. Y lo siento mucho, porque es un vicio y no son precisamente para contarlos. Mi virtud, querer a mis hijos con locura.
Niño precoz…
Me fui de casa a los 20 años, cuando en esa época y siendo un niño bien irse de casa era una cosa rarísima. De hecho, con mi mamá, que todavía vive y es bastante mayor, viven tres hermanos de los siete que somos. Con lo cual siempre fui el adelantado en todo.
¿Soltero cotizado?
Qué más quisiera uno que ser “putizado”… es un invento de alguien. Me gustaría serlo pero no estoy en condiciones.
Crea fama y échate a dormir… golfo.
Hombre, si es un concurso yo me sé unos cuantos también:
No por mucho tempranar, amanece más madruga…
Aunque la seda se vista de mona, tú nunca siempre…
Ojos que no ven, cagada que pisan….
Cría cuervos, y tendrás muchos…
Si fueras vino, ¿cuál serías y con qué te gustaría que te maridaran?
Un Ribera del Duero, y hombre pues con un cochinillo de Segovia, y si es del Mesón de Cándido, mucho mejor.
Un beso…
El principio de todo.
La vejez…
En cierto sentido le temo, mucho más que a la muerte.
Tu primera palabra ante Dios…
Señor
¿Cuál es tu sueño por cumplir?
Tener un nieto.
¿Qué te quita el sueño?
El hacerle falta a mis cinco hijos.[/col2]
[qsuenos]