Un año más
racias es una palabra tan pequeña con la que a veces nos quedamos cortos cuando se trata de agradecer el apoyo recibido, pero como no han inventado otra, la seguiré usando, sin embargo, la magnitud la voy a demostrar por escrito, agradeciendo no sólo la confianza, sino la amistad y el afecto a quienes un año más han apostado por el equipo que trabaja detrás de Grupo Editorial Latitud 21, me refiero a Nenina y Eduardo Alvor, mis jefes, quienes se disculparon por no poder estar presentes en la comida/posada de fin de año, sin embargo, mandaron su regalo para corresponder en el intercambio y no sólo eso, también enviaron una larga lista de regalos para que ninguno de nosotros saliera con las manos vacías, por el contrario, tan llena como el mismo estómago que saturamos de deliciosos platillos en la Buena Barra, donde fue la cita y cada uno de nosotros eligió alguna especialidad -yo pedí el pulpo que estaba más allá de delicioso-, pero volviendo al tema de la generosidad, a nombre de todos los que conformamos esta planilla, les agradezco y estoy seguro que todos daremos no sólo el 100 sino nuestro 1000 por ciento para que el prestigio de Revista Proyecto Brújula mantenga ese plano ascendente. ¡Muchas gracias!
A todos nuestros lectores y amigos les deseamos unas felices fiestas y que el próximo año venga cargado de bendiciones y sorpresas en sus corazones y en sus hogares. Así despedimos 2023 y apostamos por un venturoso 2024.
Incansable labor
reo que en todos los años que llevo dando fe del acontecer social, nunca había visto un patronato más entusiasta como el que preside Marisol Sendo, directora general del DIF municipal, ya que ha dejado en manos de un par de brillantes damas la promoción y la presencia de una institución que requiere de todo nuestro apoyo para que pueda realizar una gran labor altruista en pro de nuestra comunidad, me refiero a Verónica Camacho e Isadora Maraf, coordinadora del voluntariado y secretaria particular, respectivamente, quienes tienen a su cargo la coordinación de todas las actividades sociales que este año se han visto muy concurridas y todo gracias a la buena mancuerna que han hecho, pero la que se lleva las palmas es mi Verito, quien ha echado mano de todas sus amigas con las que ha recorrido la plantilla escolar gracias a su hija para que ninguna se quede fuera de sus actividades como ha sido el Desayuno de Sombreros, la gran pasarela de moda con un desayuno en Mono (antes Al Sahar), el Desayuno Rosa y recientemente en el desayuno de agradecimiento que se sirvió en el restaurante Litoral, dirigido a todas las benefactoras que han apoyado sus locuras para fortalecer a la institución en causa, participando activamente, donando tiempo, vendiendo boletos, haciendo rifas en los bazares recientemente o consiguiendo sillas de ruedas para abuelitos, en fin que la lista de necesidades no termina, pero gracias a su equipo de voluntarias, todo ha sido posible y estoy seguro que el próximo año tendremos muchas invitaciones más de su parte para seguir apoyando al DIF, porque la lista de necesidades es larga y a la ya existente, todos los días se requiere de algo más. Gracias a todas las manos que han acudido al llamado de una voluntaria de corazón que no sabía que tenía esa capacidad de mover montañas y lo ha logrado, gracias a todas ustedes.